Llenos de esperanza los fieles devotos cristianos le piden al profeta por el bienestar del país y la unión de todos los connacionales ante las dificultades que atraviesan para conseguir una mejor calidad de vida
La fervorosa religiosidad reina sobre los valeranos al celebrarse este 24 de junio el nacimiento de San Juan Bautista, quien fuese el elegido por el Espíritu Santo para bautizar a Jesús y reconocerlo como Mesías ante el mundo y ante la comunidad cristiana, el Islam y el Bahaísmo.
Miradas llenas de esperanza, como las de un cordero penetran la imagen del profeta ubicada en la llamada “iglesia matriz” de San Juan Bautista en Valera y aclaman con un notable brillo en sus ojos la paz para el país, la unión familiar y la devolución de la “Venezuela de ayer”.
La celebración del nacimiento del Santo –único con este privilegio- , representa momentos trascendentales en la historia de la religión y la cultura, como parte de esta los valeranos piden con fe y devoción a su patrono.
Devotos valeranos
Fiel creyente desde Ecuador
“El corazón de Valera”
Es de suma importancia para la cultura occidental y en especial para los habitantes de la ciudad de las Siete Colinas, la celebración del nacimiento de su santo patrono, quien fue denominado como “el corazón de Valera” por el obispo de la diócesis trujillana, monseñor Cástor Oswaldo Azuaje. Además de ser considerado el precursor de Jesús y ser motivo de inmensa alegría para la humanidad tener entre sus miembros al que anunciaría la proximidad de la redención.
Luego de un extenso cronograma de actividades en el que se incluye la novena de preparación a la festividad, la Diócesis de Trujillo, parroquia eclesiástica “San Juan Bautista” y el párroco oficial de la iglesia, Walkelys Araujo exhortan a toda la comunidad católica cristiana a participar en el día central del natalicio de San Juan Bautista.
Cronograma religioso
6:00 am Gran repique de campanas y rosario de la aurora.
10.00 am Santa misa solemne, presidida por monseñor José de Jesús Viloria, obispo emérito de la ciudad de Guayana.
Homilía a cargo del presbítero Julio César León, párroco de la iglesia Espíritu Santo, Valera.
Cierre con la Coral de San Juan Bautista, a cargo de la Hermandad de Emaus.
¿Sabías qué?
Todas las mañanas y tardes se sacrificaba en el templo un cordero por los pecados del pueblo y este era un símbolo de sumisión, humildad y disposición para someterse a la voluntad del amo. Juan el Bautista fue quien denominó a Cristo como “El Cordero de Dios” y lo veía como “el único sacrificio que puede librar al mundo del pecado.”