FELICIDAD Y LIBERTAD | Por: Francisco González Cruz

 

Al estudiar el Informe Mundial de la Felicidad 2024 publicado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, queda claro que los países donde la gente es más feliz son aquellos que gozan de libertad, democracia, justicia y elevada densidad de capital social. Por el contrario, los menos felices son los habitantes de los países con regímenes políticos autoritarios, corruptos, donde no se respetan los derechos humanos y con déficit de confianza y participación de la gente.

El estudio mide el nivel de ingreso de la gente utilizando el tradicional Producto Interno Bruto (PIB) por persona, la esperanza de vida al nacer, unas medidas que tienen que ver con el “capital social” como la generosidad y el apoyo mutuo o solidaridad, la libertad para elegir y los niveles de percepción de corrupción, y con ello elaboran el Índice de Felicidad, por países.

De manera que, si la gente quiere ser feliz, además de sus asuntos estrictamente personales, debe procurar un entorno de calidad, donde existan posibilidades de trabajo honrado, una vida sana, altos niveles de confianza entre las personas y entre estas y las instituciones, altos niveles de participación en la sociedad civil y en labores comunitarias.

Este Informe publicado el pasado 20 de marzo, Día Internacional de la Felicidad, es elaborado sobre la base de una Encuesta Mundial de Gallup, en alianza el Centro de Investigación del Bienestar de la Universidad de Oxford, coordinada por los expertos John F. Helliwell, Richard Layard, Jeffrey D. Sachs, Jan-Emmanuel De Neve, Lara B. Aknin, and Shun Wang.

No es de extrañar que los 20 países con el más alto índice de felicidad sean: Finlandia, Dinamarca, Islandia, Suecia, Israel, Países Bajos, Noruega, Luxemburgo, Suiza, Australia, Nueva Zelanda, Costa Rica, Kuwait, Austria, Canadá, Bélgica, Irlanda, República Checa, Lituania y Reino Unido. Es curioso que los Estados Unidos, Alemania, España e Italia, por ejemplo, no estén en este listado siendo de muy elevado Índice, sólo que en el selecto grupo de los primeros 20 han entrado nuevos países, como Costa Rica o Lituania, que son países de no muy elevado ingreso per cápita, pero de elevada calidad social e institucional.

Tampoco es extraño que los últimos 20 sean países de larga tradición autoritaria y donde la gente se siente más infeliz: Mali, Egipto, Togo, Jordania, Etiopia, Liberia, India, Madagascar, Tanzania, Zambia, Eswatini (Suazilandia), Malawi, Botsuana, Zimbabue, Congo, Sierra Leona, Lesotho, Líbano y Afganistán.

En el caso de América Latina encabeza el listado, como ya se citó, Costa Rica, le sigue Uruguay y luego Chile. En el piso están, lamentablemente Colombia y Venezuela. No está Cuba porque no tiene estadísticas que acrediten su lugar.

Como se puede evidenciar este no es el listado de los países más ricos del mundo, medidos por el PIB por persona, donde están Singapur, Macao, Qatar, Emiratos Árabes, San Marino, Guayana, Hong Kong, Taiwán, Brunéi, Arabia Saudita y Andorra, entre otros, que no están entre los países más felices, tampoco, y no es mera coincidencia, entre los países de mayor Índice de Desarrollo Humano del PNUD.

No se extrañen por ver a Guayana (o Guyana) en el club de los países ricos, cuyo PIB crece desde el 2005 a una impresionante taza superior a 20 % anual, la más alta del mundo y el año pasado, 2023, al 38,4 %, cuando el mundo tuvo un promedio de crecimiento 3 %, según el FMI. Venezuela decreció al – 3,9 % según la misma fuente. En el Informe sobre la Felicidad no aparece Guyana, pero es de suponer las expectativas que tiene su población de ser felices, cosa que lograrán si esa fortuna está asociada a la libertad, la democracia, la transparencia, la justicia, la confianza y la participación. De no ser así serán unos pobres nuevos ricos. Tienen el ejemplo contrario bien cerca, para que aprendan.

https://happiness-report.s3.amazonaws.com/2024/WHR+24.pdf

 

 

 

 

 

 

 

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