FC Barcelona respira «in extremis» y cierra periodo 2021-2022 con balance positivo»

 

Luis «El Teacher» Cárdenas.- Las aguas parecen calmarse para el FC Barcelona en el área administrativa, luego de conseguir «in extremis» un salvavidas económico, tras la venta del 10% de sus derechos televisivos por los próximos 25 años, en un acuerdo al que ha llegado con la sociedad inversora estadounidense Sixth Street Partners, lo que le permite ingresar más de 200 millones de euros, con lo que cerrará el balance de la temporada 2021-2022 con números positivos y le abre la brecha para poder maniobrar en el aspecto de fichajes.

El propio presidente de la entidad blaugrana, Joan Laporta había dejado el mensaje la semana pasada ante su afición sobre este acuerdo que hoy se ha concretado. «Consigue generar una plusvalía de 267 millones de euros, una cantidad que le permitirá cerrar el ejercicio 2021/22 con números positivos y, además, empezar a reducir su deuda. Sixth Street invertirá inicialmente 207’5 millones de euros y recibirá el beneficio económico del 10% de los derechos de TV del club, procedentes de LaLiga durante los próximos 25 años», pública el diario Sport en su portal electrónico.

Agrega el medio catalán que «si no hubiera hecho ningún movimiento, el Barça habría finalizado el curso económico con unas pérdidas de 150 millones de euros. Con los ingresos provenientes de la palanca de los derechos televisivos, la entidad culé equilibrará sus cuentas y, además, podrá disminuir su deuda. También destinará algún recurso a aumentar sus fondos propios y ganar margen de maniobra para acometer todas las inversiones –la mayoría relacionadas con refuerzos deportivos– previstas para este verano».

Para hoy 30 de junio se cierran algunos contratos, como el de Dembelé, quien podría abandonar la institución en caso de conseguir algún acuerdo importante con otro club, o continuar con el culé si llega a un acuerdo. Mientras que a partir de este viernes podrán empezar a oficializar algunas llegadas, dos de ellas prácticamente amarradas, como son los casos de Christensen y Kessié.

 

 

 

 

 

 

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