“Cada vez que llueve salgo con los niños de la casa porque me da miedo, las paredes siento como retumban cuando crece el río”, expresó Yomaira Ordoñez, habitante del sector La Paz.
Las familias de esta comunidad temen que la quebrada de Escuque derrumbe sus casas, tal como lo hizo con una el pasado mes de diciembre.
Seis familias que vivían en La Paz ya fueron reubicadas en nuevas casas fuera del sector. Pero, Yomaira Ordoñez, y otras 7 familias más, esperan ser reasignadas antes de que empiece la temporada de lluvias.
“Si ellos fueron reubicados, nosotros también tenemos que serlo, no se que están esperando, será que nos lleve el río”, lamentó Ordoñez.
Yomaira afirmó que las siete familias que están a la espera de casa tienen un informe que les dio Protección Civil en el que se avala la necesidad de reubicarlos. Sin embargo, la madre de familia afirma que no han tenido ninguna respuesta, y que no saben a dónde dirigirse para plantear sus inquietudes.
La casa en la que habita Yomaira Ordoñez es una de las más grandes de ese sector, cuenta con dos pisos, allí viven 4 familias y al menos 8 niños. La joven madre mostró a Diario de Los Andes el patio de su casa, el cual está muy debilitado por el paso de la quebrada, e incluso, desprende mal olor por la basura que arrastra la corriente.
No resistieron como refugiados
Yomaira contó que ella junto a sus vecinos estuvieron viviendo como refugiados durante 22 días. Pero, debido a los malos tratos y las pésimas condiciones prefirieron devolverse a sus casas.
“Yo preferí devolverme, allá la comida era pésima, pésima, y ya al final nos hacían malas caras y hasta el portón lo cerraban para no dejarnos entrar”, relató la joven madre de familia, quien afirmó que estuvo como refugiada en La Base de Misiones con sus dos hijos pequeños.
Ahora Yomaira pide al Gobernador Gerardo Marquez cumplir con el informe en el que se acepta su reubicación a una nueva casa, pero se niega a volver a la Base de Misiones. Las siete familias que estaban en el refugio son las mismas que ahora esperan la reasignación.
Lo que más preocupa a Yomaira es la falta de respuesta por parte de los organismos gubernamentales, ya que no les dijeron a quién deberían acudir si no les llega pronto la reubicación.
Otras familias en riesgo
En el sector La Paz, hay por lo menos otras 20 familias que también se ven amenazadas por la quebrada, algunas tienen grietas en sus casas, otras temen que la temporada de lluvias comience de nuevo.
“Por aquí no ha venido nadie a censarnos, yo vivo en la parte de abajo de la casa y mi hija en la parte de arriba, a la casa se le abrieron grietas porque esto por abajo es puro hueco por donde pasa el río”, explicó Guillermina Briceño.
Muchos vecinos están conscientes de que la quebrada representa una amenaza para todos, incluso pueden recalcarlo cuando llueve y la vereda principal se inunda. “Este paso de aquí cada vez que llueve también parece un río, es que mi abuela me decía que esto dónde están construidas todas estas casas era parte de la Quedraba”, admitió Maritza Castellanos, habitante del sector.
A pesar de vivir amenazados, Maritza y su familia tampoco fueron parte del censo para una posible reubicación.
Por: Génesis Chinchilla ECS
Fotos: Marcos Villegas
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