Familiares de pacientes padecen buscando pruebas COVID-19 para ser atendidos

Para atender a una joven con seis meses de embarazo y preeclampsia en el Hospital Central de San Cristóbal no encontraban la mañana de este lunes 31 de mayo una prueba COVID-19 gratuita. La familia no tenía ya dinero para pagarla en un centro privado

 Pilar Vidal buscaba desesperada este 31 de mayo cómo hacerle una prueba COVID-19 a su hija embarazada para que la asistieran. Mariana Duque 

 

 

Mariana Duque/DLA.- A pesar de buscar una prueba de COVID-19 en el Hospital Central de San Cristóbal y en el hospital Oncológico (centro piloto de vacunación y pruebas),  Pilar Vidal, madre de una joven con seis meses de gestación y diagnosticada con preeclampsia, no encontraba respuesta este lunes 31 de mayo para que fuera atendida y salvar su vida y la de su hijo, pues no contaba con dinero para hacerla en un centro privado.

La joven de 25 años de edad fue trasladada en horas de la madrugada al centro de atención centinela. La recibieron en el área de triaje y en la evaluación médica le determinaron preeclampsia, anemia y un problema en los riñones. Para llevarla a piso y darle la atención adecuada exigieron la prueba de COVID-19, pero no la conseguían gratuita y no tenían dinero para hacerla en un centro privado.

“Me dieron un papel para sacar una prueba privada y yo no tengo dinero. Me dijeron que aquí no hacen la prueba del COVID, le dije que en las redes tenía el gobierno que si las había, y yo no tengo cómo sacarle la prueba a mi hija embarazada y puede perder su bebé. Yo sé que no tiene COVID, ella no ha estado con nadie con COVID, ella no sale y me exigen esto para llevarla a piso, si no tiene la prueba no me la atienden por sala de parto para corregirle las contracciones, la anemia y la afección de riñón”.

Aunque fue al Hospital Oncológico a solicitar la prueba la pasaron de persona a persona y no obtuvo respuesta. Pilar tiene un sueldo de 220.000 pesos mensuales y los gastó en el Hospital Central haciéndole exámenes a su hija, por lo que ya no contaba con dinero para hacer más exámenes. “Tiene desde las tres de la mañana sentada allí (en triaje COVID-19) y no me la atienden”, acotó.

Temía por la vida de su hija y la de su nieto, pues no sería atendida hasta tener el resultado de la prueba COVID-19.

 

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