Los padres de Freddy José Sandrea Chirinos, de 18 años, quien fue asesinado durante un procedimiento, en el municipio La Ceiba la noche del pasado 19 de febrero, aseguraron que él no era un delincuente. Estaba residenciado en Santa Apolonia desde diciembre, de 2018, con su hermano mayor. Ambos trabajaban en una finca de plátanos para poder subsistir.
Su progenitor aseguró en la morgue del Hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera, que su hijo no estaba en malos pasos y tampoco estaba huyendo de la justicia. Era originario de los Puertos de Altagracia, en el estado Zulia. Aunque no había querido continuar los estudios, no era un criminal.
“Ellos siempre dicen mentiras” aseguró al referirse al supuesto enfrentamiento que sostuvo la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el sector San Benito, de la parroquia El Progreso de la Ceiba, donde también resultó muerto un segundo joven, aún sin identificación.
Sandrea no tenía antecedentes, de acuerdo al parte policial, pero presuntamente portaba una escopeta, calibre 12 milímetros, con la cual arremetió a disparos a la comisión militar. Los relacionaron además con una banda fiel a “El Nichito”.
Ni sus documentos
Los padres de Freddy comentaron, que las autoridades no le entregaron sus pertenencias. Se lo entregaron desnudo, sin documentos, sin nada. MGD