Una transitada avenida, al extremo este de la ciudad de Valera acoge cada día a decenas de enfermos que buscan en “consultorios espirituales” o “curanderos” aliviar las dolencias que no pudieron atender en el sistema de salud del país, afectado por la escasez de medicamentos y una crisis económica generalizada.
Los pacientes que frecuentan estos “consultorios” aseguran que el flujo de personas ha crecido, debido a la creciente demanda de consultas y operaciones espirituales para resolver problemas de salud que fueron imposibles solventar con la medicina convencional.
Sin dinero
Tal es el caso de la señora Beatriz, una pensionada de 69 años que reside en el oeste de la ciudad de Valera, ella acude a un conocido “centro espiritual” a fin de a recibir “tratamiento” en su brazo derecho, que debía operarse según indicación médica.
La valerana – con 5 años visitando el lugar – afirma no tener el millón 800 mil bolívares que necesita para cubrir los gastos quirúrgicos y, en cambio, paga 15 mil cada dos semanas a su curandero, y dice estar “curándose” y sentirse “alentada”.
Hasta “operan”
Así como Beatriz, decenas de pacientes esperan cada día a las afueras del consultorio de un reconocido curandero de la ciudad, para que los “hermanos” revisen sus dolencias, elaboren un diagnóstico, les indiquen una dieta y los rituales a seguir para la curación o procedan a una “operación” si la consideran necesaria.
Diario de Los Andes conversó con una de estas personas dedicadas a aliviar las dolencias a través de métodos distintos a la medicina científica convencional, explicó que estas intervenciones espirituales “se basan en equilibrar la energía” del paciente pues, afirmó, “son alteraciones energéticas las que producen las enfermedades”.
“El espíritu de los pacientes da permiso para curar”, acotó que la clave está en saber combinar el buen uso de las hierbas y elementos químicos que ofrece la naturaleza, sumado a la fe que cada paciente tenga por un santo en particular, para lograr así una curación satisfactoria.
Testimonio
Recuerda que hasta su consultorio llegó una sexagenaria con la esperanza de que su hijo de 35 años, diagnosticado con miopía desde la niñez, pudiera recuperar la visión que perdió por completo tras “una subida de tensión”. Detalló que la mujer esperaba un “cupo” en el Hospital Central de la ciudad para operar a su hijo sin costo alguno. Sin embargo, esta señora argumentó que había “mucha gente esperando” en ese Hospital y en este “no hay insumos”, razón por la cual depositó su fe en su curandero, que hizo posible la recuperación de su hijo.
Estas intervenciones espirituales por lo general son acompañadas con pastillas de la “medicina natural”, los habituales reposos postoperatorios y, eventualmente, de algunos analgésicos regulares.
Pasan el “calvario”
Este es el caso de una docente que llegó hasta este lugar para dar continuidad al tratamiento que viene siguiendo desde hace varias semanas luego de que la “operaran” del estómago, lo que, celebra, la ha mantenido “alentada”.
Ella y una octogenaria a su lado, que dijo tener “muchos años” tratándose en ese sitio y que ahora va por una dolencia en las rodillas, festejan haber encontrado “cura” luego de haber sufrido “calvarios” en búsqueda de fármacos que no encontraron en ninguna parte.
Escasez
La Federación Farmacéutica de Venezuela ha ubicado en las últimas semanas en 85 por ciento la escasez de medicamentos en el país, mientras que la Federación Médica mantiene su alerta sobre las condiciones “precarias” de los centros de salud que, según sus cálculos, cuenta con menos del 10 por ciento de las dosis regulares.
Entretanto, un ambulatorio de la red gubernamental Barrio Adentro subyace casi desértico cerca del lugar del conocido como “brujo” del oeste de la ciudad de Valera, donde el misticismo y la fe siguen marcando la hora de miles de enfermos que incluso cuidan no cruzarse de brazos pues, mientras están abiertos, hay más posibilidades de que la anhelada cura llegue.
¿Diferencia entre el brujo y el curandero?
Según el Diccionario de la Real Academia Española, “brujo (a)” es la persona a la que se le atribuyen poderes mágicos “obtenidos del diablo”, mientras que el curandero es aquella persona que, sin ser médico, ejerce prácticas curativas empíricas a través de rituales.
El curandero entrevistado por Diario de Los Andes, indica que tanto “el brujo” como “el curandero” deben conocer la naturaleza al pie de la letra. “Es obligatorio saber para qué sirve cada planta y sus partes, qué veneno tiene cada animal o planta y cómo lo pueden mezclar. Nos diferenciamos en que el brujo muchas veces te inventa todo tipo de mentiras y dice que todos tus parientes, vecinos, amigos, etc. te están haciendo mal. Y tú empiezas a hacerle daño a las personas que no quisieras hacerle daño. Ellos te dan todo tipo de preparados y cosas para que pongas donde esas personas que conoces y, por cada mentira o te piden dinero.
Pero aclara que el “curandero, si da con la clave del mal que padeces, puede salvarte más rápido que un médico y no habla de los parientes, amigos y otros. Y por esa razón te salva de una enfermedad que ni los médicos te podían salvar (…) Los curanderos son personas que curan enfermedades con tratamientos herbolarios y masajes, hasta limpian el espíritu y la curación de males mágicos. Un curandero es una persona que a través del espíritu cura el cuerpo físico”.
¿Qué dice la iglesia?
Eclesiásticos 38 dice que “el hombre sabio no desprecia a los médicos”. Por eso la Iglesia Católica bendice a los hospitales, las clínicas y los centros asistenciales, porque consideran que la salud es física, también espiritual, moral y psicológica. La Iglesia recomienda que el que se sienta enfermo, recurra al médico de especialidad en el área en la cual se siente afectado, también recomienda a los psicólogos, psiquiatras y a otros expertos de la salud que pueden ayudar. Para los representantes de la Iglesia, los curanderos y los brujos no están en su lista de “hombres que respetan la palabra de Dios. “El hombre sano busca a Dios, busca a las misas de sanación, y busca al médico, porque hacerse el debido chequeo médico es también un acto de fe”, dijo en una oportunidad el párroco de la iglesia San Juan de Valera, Walkelys Araujo a Diario de Los Andes.
¿Es ilegal?
La norma que regula los establecimientos sanitarios en Venezuela indica que debe haber un médico reconocido por el Estado en los centros asistenciales de salud. Quienes incumplan con la norma, están fuera de la ley. Médicos recomiendan evitar acudir a estas prácticas “alejadas de la evidencia científica que pudieran causar un perjuicio real en la salud”.
Situación de la salud en Venezuela
Como alarmantes y preocupares definen los médicos las cifras publicadas por el Ministerio de Salud de Venezuela, que muestran un aumento en la mortalidad infantil, materna y en los casos de enfermedades como la malaria o la difteria. Tras casi dos años de ausencia de datos, el Ministerio publicó recientemente los boletines epidemiológicos semanales de 2016.
En los últimos años, médicos de diversos hospitales han criticado la falta de insumos y de vacunas, y la crisis ha provocado la escasez de medicamentos y de alimentos, lo que tiene implicaciones en el estado de salud de los venezolanos.