La ausencia de gasolina limita a los pacientes renales para su movilización a los centros de diálisis, mientras la escasez de insumos y personal afecta a los pacientes del Hospital Central de San Cristóbal
Quien padezca una enfermedad en el estado Táchira se tiene que enfrentar no sólo a las limitaciones que su cuerpo tenga, sino también a la falta de gasolina para movilizarse, a la escasez de insumos médicos, y a la falta de personal en los centros de salud públicos que les impide recibir el tratamiento en los horarios establecidos.
Aunque los pacientes renales denunciaron hace más de un mes las dificultades que enfrentan para poder llegar a los centros de diálisis, porque la mayoría de ellos viven fuera de San Cristóbal y no pueden pasar varios días en fila por combustible, su situación no ha mejorado, a pesar de que hay una orden de que les den prioridad para abastecer, los funcionarios militares y policiales los dejan esperando horas en el vehículo, sin tener la certeza de poder llenar el tanque de sus carros.
Wolfang Bautista es familiar de una paciente renal. Vive en Rubio, municipio Junín de la frontera tachirense, a más de una hora de la ciudad de San Cristóbal, durante las últimas semanas les ha tocado movilizarse en transporte público, con las dificultades que eso representa para un paciente recién dializado, porque no consiguieron volver a abastecer combustible.
“Llega uno a la estación de servicio temprano, llena uno los requisitos que le exige el funcionario, tiene que ser el día que le corresponda la placa y llevar al paciente en el carro. El paciente entra a las 6 de la mañana a diálisis y sale a las 10, de ahí nos dan hasta las 3 de la tarde haciendo cola, no es posible que un paciente que sale crítico esté pagando plantón hasta 6 horas. Uno habla con el funcionario y ellos dicen, de gracias de que le estamos prestando la colaboración, cuando eso es una responsabilidad que le corresponde a ellos”, manifestó.
Por su parte Ramón Sánchez, quien vive en San Antonio del Táchira, municipio Bolívar, indicó que es mentira que les establecieron una estación de servicio especial, pues por unidad de diálisis son al menos 50 pacientes, y en la bomba habilitada dan tan sólo 20 cupos y deben llegar temprano a anotarse, lo que se les imposibilita porque perderían la posibilidad de dializarse. “Lo ponen a esperar a uno 3 y 4 horas. Somos pacientes que necesitamos irnos para la casa porque estamos desde las 3 de la mañana en la calle para dializarnos. Esos 20 litros que nos dan no nos alcanzan, pero si usted llega con un billetico de 50 mil pesos si lo pasan y hasta se le paran firmes, eso es puro teatro”, dijo.
Sin camas y personal
En el Hospital Central de San Cristóbal los familiares de los pacientes también sufren para movilizarse a comprar medicamentos, pero de lo que más se quejan es de la falta de personal y de camas para sus allegados.
Flor Zambrano tiene a su nuera en la emergencia del centro asistencial, por un dolor en un seno. Desde las dos de la tarde del martes está en una silla porque no consiguen una cama para su asistencia. “La atención ha sido muy pésima, la tenían con un tratamiento y no le pasó en toda la noche, está un poco complicada de salud. Estoy bastante dolida porque hay varios pacientes aquí y la situación es fuerte, vienen grandes políticos al Táchira y no se presentan a una emergencia para que se den cuenta lo que estamos pasando”.
Debe trasladar a su familiar a una clínica para poderle hacer un eco mamario, pero no cuentan con los recursos para hacerlo y viven fuera de la ciudad.
Melquiades Delgado, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Salud, manifestó que la asistencia se complica por la diáspora de trabajadores de un 75%. En el año 2011 la nómina era de 5 mil a 6 mil trabajadores y actualmente tienen sólo 1100, por lo que los pacientes muchas veces se quedan sin el cumplimiento de sus tratamientos, sobre todo en horas de la tarde y noche.
“En el área del piso 10 en traumatología hay una enfermera que trabaja con 30 y 40 pacientes solita, los turnos de la tarde a veces se quedan sin enfermera, igualmente en la noche se quedan sin enfermera, y hay pacientes a los que no se les cumple el tratamiento, solamente al que está indicado en la mañana, en la tarde es difícil porque no llega el personal, no porque no quiere, sino por el problema de la gasolina y el bajo salario que tienen”, agregó.
Lamentó que el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela –Psuv-, Diosdado Cabello, no llegó a la entidad con medicamentos para el Hospital Central, para los pacientes oncológicos, para los pacientes renales, además de gasolina y gas.
Por su parte, María Ramírez, secretaria ejecutiva del Sindicato de Trabajadores, denunció que la situación del personal puede empeorar, porque después de haberles asignado una estación de servicio especial, ahora depurarán la lista y no permitirán que abastezcan quienes no tengan los vehículos a su nombre, cuando muchos de ellos se movilizan en los carros de los familiares cercanos: esposos, hijos, padres.
“Se agravará más la situación, porque los trabajadores están anunciando que si no se pueden trasladar a sus sitios de trabajo lamentablemente no van a poder venir a trabajar, si acaso un día a la semana. No le quiten a los trabajadores el beneficio del cupo de la gasolina de la bomba La Guacara, porque los pacientes se ven afectados ya que si el trabajador no llega, el paciente no tiene una asistencia adecuada, no tiene quién le preste el servicio. Tras que no tenemos trabajadores y hemos buscado la manera de llegar aquí, si nos quitan ese beneficio esto se va a complicar más”, destacó.