El deporte trujillano está de luto, uno de sus hijos ha partido al cielo, un hombre que brilló con luz propia en varios deportes, sin embargo resaltó en su principal pasión, el fútbol. Hablamos de Víctor Viloria.
“Vitico” como acostumbrábamos a decirle fue un caballero dentro y fuera de la canchas convirtiéndose en uno de los capitanes que ha tenido el Trujillanos FC.
Otro hombre salido de las canteras de Plata 3 que supo estar centrado en su vida, a la par del deporte y del fútbol profesional se hacía Ingeniero.
Con dos deportes y dos Nacionales
Víctor Viloria alcanzó la medalla de plata en los Juegos Deportivos Nacionales de Barinas en 1994, aquella derrota 1-0 ante la Mérida de Gilberto Amaya y Gabriel Urdaneta, un autogol decidió el partido. En esa cita deportiva “Vitico” estuvo también representando a Trujillo en la disciplina del tenis. Cuando avanzó la semana coincidió el fútbol en las semifinales y el tenis en los cuartos de final. No tuvo otra, el balompié era su pasión y buscó su pase a la final encontrándolo. Sin embargo mostró su clase en el deporte blanco, incluso saliendo del primero o segundo juego de fútbol corriendo a la cancha de tenis logrando el triunfo.
También estuvo en los Juegos Nacionales de Sucre.
Víctor Viloria fue un multiatleta con un ángel espectacular, con todo mundo se la llevaba y dentro de su forma de ser pasiva, se entregó en cuerpo y alma a sus deportes, a su familia y a todo su entorno. También representó en varios Juegos Nacionales al Club Italven y al Colegio de Ingenieros.
Hoy día lo recordamos. A sus familiares frente en alto, Víctor dejó una huella que trascenderá con el tiempo.