Héctor Rafael Briceño (CNP 14.130)
Este lunes en horas de la madrugada a la edad de 103 cumplidos el pasado 17 de julio falleció en Boconó el maestro de maestros José Antonio Maldonado Rangel a quien le sobreviven sus hijos: Irama Coromoto, Darío José y Ricardo Antonio (Toto), para quienes todos los boconeses hacemos llegar las más sentidas palabras de pesar.
Me permito transcribir parte de un trabajo que por solicitud de la junta directiva presente en el Museo Trapiche de Los Clavo, que muy humildemente el Maestro Maldonado con su forma coloquial de agradecer todo gesto de cariño nos dijo sus palabras mágicas “Gracias familia”.
El Maestro Maldonado
Procedente de Escuque la tierra de nubes, llega a Boconó un joven de 21 años. Su procedencia no podía ser otra que el hospedaje de los viajeros, lugar conocido como la pensión de Los Andes de doña Georgina (+), quien colmaba de la mejor atención a los recién llegados.
Este es un singular viajero. Quizá, conocido por pocos, pero aún así, esperado por muchos, especialmente por quienes serian sus alumnos a partir del 12 de Enero de 1939 en la Escuela Federal graduada “Sálvano Velazco”. Así pues, sin falsas modestias, sereno, sencillo cargado de ilusiones propias del que desea y sabe triunfar, hace presencia el maestro José Antonio Maldonado Rangel, para quien la historia trazo un camino y Boconó sin reservas le abrió las puertas para que el tiempo inexorable escribiera su nombre con la pluma de los poetas, músicos, estudiantes y deportistas.
Resulta extenso describir la inmaculada hoja de servicio del Maestro Maldonado. La misma es tan amplia como la geografía de su natal Escuque, donde la unión de María Candelaria Rangel (+) y José Rafael Maldonado (+), vio la luz el 18 de Junio de 1917, siendo el único sobreviviente de cuatro hermanos. Desde allí, vino a posar en la tierra adoptiva que bien le mereció el gentilicio como Bocones, el cual ostentó con satisfacción para él y orgullo nuestro.
No en vano, por encontrarse en el Jardín de Venezuela, al prendarse de una hermana flor, luego de un largo y tórrido romance, se caso en 1948 con Dora Francisca Bastidas Barazarte (+), con quien procreó tres (3) hijos: Irama Coromoto, Darío José y Ricardo Antonio (Toto), todos profesionales al servicio del pueblo venezolano.
Maestro y deportista
Varias generaciones conformamos la extensa lista de sus alumnos, quienes reconocemos que su severidad nunca desmeritó su capacidad como maestro y deportista a carta cabal.
Luz en el salón de clase, sol radiante de constante enseñanza, un resplandeciente y aventajado dirigente con lo cual contribuyó a cubrir de gloria las distintas disciplinas deportivas dando grandes triunfos a nuestras divisas tanto a nivel regional como nacional.
¿Quién y donde no conocieron al maestro Maldonado? Sin temor a equivocarme, compartan conmigo, que él también formó parte de ese numeroso grupo de boconeses nativos que han dado lustre a nuestro terruño y cuyos nombres son reconocidos con orgullo hasta en el más apartado rincón del municipio, el Estado y del país.
Hoy el Maestro Maldonado será designado por Dios para dirigir un equipo que será integrado con un line up de una larga lista de nuestros deportistas que le han antecedido en este viaje y que lo recibirán con un fuerte aplauso.
“Gracias familia”
Vivo es el cariño y el respeto que le profesamos y viva se mantendrá, como el viejo roble que durante más de un centenario vio transcurrir su paso hasta cumplir 103 años. Durante todo este tiempo, estuvo recibiendo múltiples homenajes, como el rendido en nuestro Estadium que por decisión de las autoridades y todos los deportistas, lleva el nombre del maestro José Antonio Maldonado, que él agradecía con un “Gracias familia”.
Agradecemos a Dios por el tiempo que le permitió quedarse entre nosotros.