Un lote de viviendas de la parroquia el Tres de Febrero, del municipio La Ceiba, vienen sufriendo las consecuencias de no tener agua en sus hogares, situación que vienen padeciendo desde hace 8 meses, cuando se daño la bomba del desarrollo habitacional o viviendas rurales del Tres de Febrero, los cuales según Anabel “Morocho” Hernández, tienen un pecado que el desarrollo habitacional lleva el nombre de Jaime Lusinchi, por esta situación nos tienen en completo abandono y nos niegan el agua, problema que debe resolver la Alcaldía, pero no lo hace pues no es su intención ayudar y trabajar por la comunidad como lo ha demostrado en diversas oportunidades, la primera autoridad municipal, Darling Moreno.
Aquello de “Trujillo estado petrolero”, y que las comunidades donde haya petróleo serian, priorizadas en atenciones de carácter comunitario, ha sido una gran mentira de los que hicieron esa oferta, entre ellos el diputado Hugbel Roa, oferta que solo sirvió para engañar incautos, dijo Hernández.
En la parroquia El Tres de Febrero del municipio La Ceiba, está ubicada buena parte del Yacimiento Petrolero Tomoporo, que según se dice tiene en sus entrañas el “aceite de piedra” que tiene gran demanda a nivel internacional, petróleo liviano, sin embargo de nada ha servido que tengamos en las entrañas de estas tierras petróleo, pues cada día se nota el abandono de “las casas muertas” de las localidades donde se explota el oro negro, que sirve para alimentar las finanzas del gobierno, pero no para atender las necesidades de la gente, preciso el declarante.
En este municipio como en el estado, no tenemos no tenemos diputado, ni constituyentista que atienda nuestros problemas, a lo que hay que sumar el Gobernador que nunca ha venido por acá, y del Alcalde y concejales ni se diga, de espaldas al colectivo, añadió Hernández, quien ruega porque se conduelan de los habitantes del desarrollo habitacional en mención, se den por enterados de las fallas de la bomba y reparen cuanto antes las mismas que originan la escasez de agua en las rurales del Tres de Febrero.
Eduardo Viloria