Isaías Márquez
Aunque consiente de la trascendencia y/o relevancia de la “Zona en Reclamación” en pleno vigor, ahora bajo revisión de la CIJ, lo cual no implica de manera alguna, la suspensión del Acuerdo de Ginebra, extensión que abarca tanto espacios terrestres como acuáticos, además del aéreo, el gobierno guyanés continúa inescrupulosamente, la expoliación de nuestras riquezas naturales yacentes en el subsuelo del mar de la zona en referencia. Pues, muy arbitrariamente, el gerente de producción de ExxonMobil Guyana, sr Mike Ryan Guyana asevera que “alcanzará cerca de unos 600 mbpd, en virtud de la puesta en operación del FPSO Prosperity, aparte de que rondan alrededor de unos 400 mbpd de los campos Liza Destinity y Liza Unity, ambos en el bloque Stabroek, por el inicio de operaciones anunciado mediante las prospecciones de un buque flotante de producción, almacenamiento y descarga (el Prosperity), una vez lograda la meta de unos 600 mbpd para 2024, buque con el cual se estima, además, agregue unos 220 mbpd durante IV-trimestre 2023”; yacimientos que Guyana usufructúa desde mucho antes de 2015 por una gracia informal y malentendida de parte del presidente extinto; nación que se nutre hoy día, de una política mal conducida por la cancillería sibilina y “panaburdera” de Nicolás Maduro, herencia de su tutor, quien le impuso en la Presidencia de la República.