Hace dos meses salió de la cárcel luego de cumplir una extensa condena por diversos delitos cometidos en el estado. Ayer, en horas de la madrugada, fue sorprendido por una comisión policial de las Fapet, este les hizo frente y cayó abatido. Sin embargo, parientes del fallecido aseguraron que no hubo enfrentamiento. “A él lo mataron dentro de la casa” aseveró una tía
El 19 de julio de 2007, hace ya diez años, un jovencito de apenas 18 años incurrió por primera vez en el delito. El robo de una motocicleta fue el detonante para que su hoja de vida delictiva quedara manchada, y sobre ella, reposara un crimen el cual fue reseñado ante la Subdelegación Valera del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Sin embargo, no sería la última vez que cometería una fechoría. Cinco meses después, ya en diciembre de ese año, fue capturado nuevamente por robo, pero esta vez en la ciudad capital. El muchacho, en esta ocasión, pasaría una larga estadía en el Internado Judicial del estado Trujillo, recinto penitenciario donde pagó una condena de seis años.
Pasado ese tiempo, volvió a respirar aire fresco, aunque nuevamente recaería. El 6 de diciembre de 2013, funcionarios de la Policía Científica realizaron un despliegue donde detuvieron, una vez más, al joven, este ya con 25 años. En el procedimiento le consiguieron varios envoltorios de droga, por lo cual le fue aunado un nuevo delito: tráfico de sustancias estupefacientes.
La mayoría de su adolescencia la perdió estando en prisión, hasta que en la navidad del año pasado, recibió la libertad plena, ya era un hombre libre. Sólo estuvo dos meses disfrutando la vida en las calles. Ayer, el muchacho que pisó la cárcel a los 18 años, sostuvo un presunto intercambio de disparos con oficiales de la Policía Estadal, disputa de la cual no saldría vivo.
La confrontación
A las 12:30 am, funcionarios de la Estación Policial 2.12 La Cejita, efectuaron un operativo, luego de trabajos de campo e investigación por el sector Teresio Andrade de Las Mesetas de Chimpire, parroquia José Leonardo Suárez del municipio San Rafael de Carvajal. En el lugar, se encontraba un supuesto delincuente al cual tenían en la mira.
Mientras se desplazaban por el sitio, divisaron a un hombre de 29 años, este portaba un arma de fuego y los oficiales, al percatarse de que estaba armado, le dieron la voz de alto, a la cual respondió con disparos. En el cruce a tiros resultó abatido el sujeto. Fue auxiliado y llevado al CDI (Centro de Diagnóstico Integral) de la localidad, pero falleció a los pocos minutos de ingresar.
Identificación
El abatido fue identificado como Walter Alfonzo Naranjo Albarrán (29), se trataba del joven que pasó casi la mitad de su vida entre las rejas. Los uniformados le incautaron una escopeta de fabricación casera sin marcas ni seriales visibles con empuñadura de madera y seis cartuchos percutidos. Naranjo poseía tres prontuarios ante Siipol: dos por robo y uno por droga.
“Se metieron a la casa”
Familiares de Walter, mientras esperaban la autopsia para retirar el cuerpo de su ser querido, fueron abordados por el equipo reporteril del Diario de Los Andes para que dieran su versión acerca de los hechos acaecidos esa madrugada. Con la voz quebrantada y un pañuelo rosado con el cual secaba sus lágrimas, la madre del occiso rindió declaraciones.
“Él estaba en casa de su tía y de repente se metieron cuatro policías a la casa, luego llegaron más y nos sacaron. Fue allí cuando escuchamos los disparos. Limpiaron toda la sangre y robaron comida, bolsos, computadoras, bombonas de gas. Llegaron como zamuros”, finalizó.
Vida personal
Walter no dejó hijos en orfandad y tampoco alguna esposa o pareja sentimental. Desde que recobró la libertad, no había conseguido trabajo. Sin embargo, su progenitora alegó que no estaba armado, aunque reconoció su pasado delictivo. “Mi hijo estuvo preso 12 años; ocho por robar una supuesta moto y cuatro porque le sembraron droga”, comentó.