La activista Andrea González, excarcelada en Venezuela junto con 43 opositores al gobierno de Nicolás Maduro, afirmó este martes que la suya es una liberación «a medias» pues en el país todavía hay decenas de presos por razones políticas.
«La libertad de nosotros queda como a medias porque dejamos afectos allá adentro, amigos que a lo largo del tiempo han sido como hermanos. Nos hemos ayudado los unos a los otros y dejarlos atrás es muy difícil», dijo González, quien quedó libre el sábado tras ser detenida el 17 de agosto de 2015.
Entre sollozos, la mujer de 31 años pidió ante la prensa «un poquito de clemencia y de humanidad» para que todos los opositores al presidente Maduro que están presos recobren la libertad.
González, quien tuvo una mención especial en el premio Sájarov otorgado este año por la Eurocámara a la oposición venezolana, fue excarcelada junto con otros 43 opositores por pedido de la Asamblea Constituyente que rige en Venezuela con podres absolutos.
La llamada Comisión de la Verdad de ese órgano recomendó a la justicia y al gobierno liberar a unos 80 opositores.
Según la ONG Foro Penal, tras la liberación de los primeros 44 aún quedan 216 «presos políticos», de los cuales el más emblemático es Leopoldo López, quien cumple en arresto domiciliario una condena a casi 14 años, acusado de incitar a la violencia en protestas que dejaron 43 muertos en 2014.
González, quien se hallaba recluida en el Helicoide -una de las sedes del servicio de inteligencia- fue arrestada bajo cargos de conspirar para asesinar a una hija del poderoso líder chavista Diosdado Cabello, lo cual niega tajantemente.
La activista agradeció el galardón del Europarlamento y dijo haberlo recibido con sorpresa y como un «gran honor» porque es una «fan» del líder sudafricano Nelson Mandela (1998-2013), quien también lo ganó.
Otros dos opositores liberados y mencionados en la entrega del premio el pasado 13 de diciembre, Betty Grossi y Juan Miguel de Sousa, acudieron este martes con González al Palacio de Justicia en Caracas para verificar su situación legal.
Los tres aseguraron que sus boletas de libertad decían que quedaban con «libertad plena».Grossi también demandó la liberación de todos los opositores presos desde 2003, mientras Sousa denunció que la «negligencia» de las autoridades impidió que recibiera un tratamiento oportuno para un cáncer de próstata que «ya no se puede operar». Ambos fueron apresados en agostos de 2015.