Dortmund, 16 jun (EFE).- Italia tuvo un rocambolesco estreno en esta Eurocopa 2024 ante Albania, un accidentado inicio que hizo temer lo peor a unos aficionados transalpinos que, a la postre, acabaron satisfechos con una victoria en la que la melena de Riccardo Calafiori y la llegada a tiempo de Nicolo Barella aliviaron tensiones.
España atropelló a Croacia (3-0) y se puso líder del ‘Grupo de la Muerte’. Sabedora del resultado, Italia saltó al Signal Iduna Park de Dortmund con la obligación de ganar a la ‘Cenicienta’ del cruce, pero en consonancia a lo que han sido los últimos 6 años de la ‘Azzurra’, el camino no fue en línea recta.
Calafiori, el nuevo Maldini
Tuvo que remontar tras regalar el primer gol, el más rápido de la historia de las Eurocopas. Una cesión criminal de Dimarco desde el saque de banda permitió a Bajrami fusilar a Donnarumma. Pero Italia, quizá para sorpresa de muchos, tomó los mandos rápido para darle la vuelta al marcador.
Fue Bastoni el que puso el empate en el marcador con un testarazo. Heredero de Chiellini, el central del Inter es un indiscutible en la línea defensiva sea cual sea el sistema. A su lado había dudas sobre quién sería el otro central. Spalletti apostó por Calafiori y acertó.
Central zurdo criado en el Roma, Calafiori, con 16 años, sufrió una lesión grave en su rodilla derecha que le frenó el ascenso a la ‘Loba’ de Mourinho. Salió en busca de minutos, militó en el Génova como cedido, en el Basilea suizo -ya sin pertenecer al Roma- y regresó a la Serie A este mismo año de la mano de Thiago Motta, donde ha explotado.
Su temporada ha sido brillante, en un equipo histórico que volvió a Liga de Campeones 60 años después de la última vez. Su gran campaña le valió la llamada de Spalletti y el debut con la absoluta hace apenas un mes. No necesitó más para hacerse con el puesto de titular. Ante Albania, otro recital en salida de balón y en acciones defensivas que le colocan como el favorito para repetir junto al fijo Bastoni.
En Italia, de hecho, le comparan ya con aquellos míticos centrales de la vieja escuela que llevaron el pelo largo como Fabio Cannavaro, aunque sin duda sus comparaciones van más allá con el mítico Paolo Maldini, con el que comparte, además de las facciones, pie hábil.
Barella, la gran noticia
La titularidad de Barella fue el gran alivio. Arrastrando problemas en el cuádriceps derecho en los últimos entrenamientos, llegó perfectamnte al estreno europeo.
Barella es a Italia lo que Rodri es a España. Por su botas pasa el juego. Es el termómetro, el que decide a qué y cómo juega Italia. No haberle tenido contra Albania igual no hubiera supuesto un drama, pero le vino bien para coger rodaje.
Y, ya de paso, rubricar la remontada con un golazo desde fuera del área que dio la tranquilidad a la ‘Azzurra’ durante buena parte del encuentro, pues al final tuvo que aparecer Donnarumma para salvar los muebles.
La victoria, eso sí, fue para Italia. No fue un estreno soñado, pero las actuaciones de Calafiori y de Barella dan un argumento sólido a los italianos al que agarrarse. La vigente campeona tiene 2 motivos para creer en hacer un buen torneo.
Tomás Frutos