No se trata solo del humo. Tampoco del malestar y el temor que provocan los recientes incendios forestales en diferentes espacios de Carabobo, algunos muy cercas de zonas pobladas. Las consecuencias de estos hechos se harán sentir en los próximos meses, e incluso años.
Con la intensidad del fuego de las últimas semanas, el suelo queda desnudo y con las primeras lluvias se comienzan a evidenciar los efectos más graves.
La bióloga y especialista en materia ambiental, Esmeralda Mujica, detalló que, con las precipitaciones, que con los años son más fuertes, con volúmenes de agua mayores, aunque en un tiempo más corto, el riesgo de inundaciones se incrementa.
En estas zonas desgastadas por los incendios habrá erosión porque el agua de la lluvia va directo al suelo y no hay ninguna vegetación que sostenga, o que aminore el impacto de esa gota, o de esas miles de gotas que caerán.
“Uno de los impactos más grandes que tendremos, aunque no se quiera y no se crea, es que habrá una cantidad de sedimentos que va a llegar a las quebradas y que, si no se toman medidas, tendremos como resultado inundación o hasta un deslave en diferentes magnitudes, porque la vegetación pues cumple una función, la naturaleza es sabia”
Mujica resaltó que esto puede ocurrir este año, o dentro de dos, “tenemos muchísimas experiencias en Venezuela de todo lo que es la deforestación y las consecuencias”.
Efectos en la fauna y la flora
La biodiversidad presente en espacios como los parques municipales El Café, Casupo y Filas de la Guacamaya, también sufre un impacto negativo por estos incendios forestales.
“Las aves son las primeras que huyen y aquellos mamíferos que pueden caminar rápidamente, pero como en esta en esta época ya empiezan las aves a poner sus huevos porque se acerca dentro de mes y medio más o menos la temporada de lluvia, con los incendios se pierden muchos organismos, desde insectos hasta lagartijas y serpientes, todo lo que es importante para los ecosistemas”.
Esto significa que los bosques secos del estado tendrán de la biodiversidad más frágil y en peligro de extinción.
A esto se suma que, al estar cerca de algunas poblaciones, es probable que se sigan viendo animales entrando a la ciudad para protegerse y en búsqueda de alimento.
“Todo tiene su consecuencia… la ciencia predice, pero los políticos no quieren entender que, aunque esos comentarios le parezcan incómodos, así funciona la naturaleza y que prevenir es más económico que resarcir los daños consecuencias de los incendios forestales”.
¿Qué hacer?
En un área natural que ha sido devastada por un incendio, lo primero que se recupera son las plantas pioneras que son las que no les importa crecer en cualquier parte. Luego empiezan a nacer arbustos o algunos árboles que den semillas, pero, según Mujica, la recuperación de un espacio puede tardar entre 20 y 25 años, pero nunca será igual al original.
La especialista destacó la importancia de que exista un inventario de las especies que hay en los parques municipales y nacionales. “Yo no sé cuántas especies endémica en estos parques municipales que han estado expuestos, no solo a los incendios actuales, sino también a la intervención del hombre, pues no sabemos qué había allí”.
Dijo que se deben tomar medidas como una reforestación masiva que no solo esté coordinado por los entes gubernamentales, sino la ciudadanía en general.
También se deben atacar comportamientos comunes. “La gente tiene que, de alguna manera entender, que no puede estar quemando hojas en la esquina de mi casa, porque esa vegetación que está muy muy seca se expande a mucha velocidad”.