La sociedad democrática considera que no
Douglas Abreu / CNP 21627
@douglasabreub
El descontento de la mayoría de la población se extiende en contra de los factores y actores político-gubernamentales distintos al Oficialismo, que se vienen evidenciando y observando en declaraciones, discursos, redes sociales, mensajes, decisiones individuales o colectivas, y lo mas elocuente, las reuniones y encuentros en el Palacio de Miraflores.
La sociedad democrática venezolana lleva más de 20 años con ese negativo estado emocional y desesperanza y cuando se vislumbraba una luz en el camino para el anhelado cambio con la recuperación en el 2015 de ese importante espacio como lo es la Asamblea Nacional (AN), todo se derrumbó con el erróneo inicio de esa gestión parlamentaria.
Sin embargo, ese espacio recuperado para la lucha por la libertad y la democracia fue reivindicado durante el periodo presidido por Juan Guaidó. Desde entonces Maduro infructuosamente y sin éxito trató de desaparecer, con una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), luego con la paralela directiva, presidida por Luis Parra. Hasta que vino el G3 y le hizo el favor.
AN único espacio al servicio de la causa
Para el ciudadano, la AN 2015 ha sido el único espacio recuperado al servicio de la causa. De allí en adelante, se erigió como la estrategia para la participación en los anteriores procesos electorales. Tal como sucedió en las elecciones regionales y municipales del 2021 donde se recuperaron las gobernaciones de Zulia, Nueva Esparta y Barinas, y se ganaron más de 100 alcaldías, en cuyos espacios además del ejercicio gubernamental existe demostrado liderazgo político.
Gobernadores y alcaldes ¿al servicio de quién?
Lamentablemente, por encima de ese liderazgo político en su mayoría ha prevalecido la gestión gubernamental en cada estado o municipio, olvidándose que la prioridad es Venezuela, y los ha llevado a reunirse con Nicolás Maduro, ante la amenaza de “NO” recibir recursos económicos y la no aprobación de proyectos.
En conclusión, es evidente para la sociedad democrática que esos espacios recuperados, esos liderazgos políticos no están al servicio de la causa nacional por el cambio. Su silencio mientras se protestaba contra el “Instructivo Onapre”; contra la falta de combustible, manifestaciones por sueldos y salarios justos, entre otras luchas, así lo demuestran. ¿Se mantendrá tímidamente esa pasividad en vísperas de unas elecciones presidenciales?
Coro socialista
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