Habitantes de La Popita en San Cristóbal, que forman parte de los más de 500 ciudadanos que fueron estafados por un vendedor informal de gas, le exigieron este martes 9 de marzo a Freddy Bernal que revise si esos cilindros están en los galpones de Pvdsa Gas
Habitantes de la comunidad de La Popita en la ciudad de San Cristóbal, exigieron este martes 9 de marzo al enlace y diputado de la Asamblea Nacional de Nicolás Maduro, Freddy Bernal, que inspeccione los galpones de Pdvsa Gas para saber si allí se encuentran los más de 500 cilindros que fueron robados en varias comunidades del Táchira por un vendedor informal.
Betty Sandoval, habitante de la comunidad y afectada, acompañada de un grupo de vecinos, informó que consignaron ante el Ministerio Público las firmas de los dueños de los 70 cilindros que se llevó el hombre identificado como Pedro Vivas, a quien también le entregaron 2 millones 190 mil pesos.
“Nosotros queremos darle participación al señor Freddy Bernal porque es la cantidad de casi 500 cilindros que a nivel del estado se ha estado oyendo que ese señor se robó, o están en algún galpón o están en la planta de llenado. Él tiene la posibilidad de entrar y mirar, de hacer un arqueo a ver si en verdad esas bombonas están en la planta”, dijo.
Destacó que a la mayoría de ellos les toca cocinar con electricidad, otros lo hacen con leña. Acotó que los cilindros eran trasladados en un carro Chevi azul.
Por su parte, Emiliana Escalante de 68 años de edad, relató que entregó sus dos bombonas de 18 kilogramos el 1ero de febrero de 2021, se le dañó la cocina eléctrica y ahora le toca cocinar con leña, lo que afecta su salud. “Hace dos años sufrí de bronquitis y ahora el humo me está afectando también los bronquios y la vista porque tengo cataratas. Por favor quiero que me ayuden, desde que estoy con esto he llorado por la falta que me hace el gas”, agregó, mientras se secaba las lágrimas.
Olga Hernández entregó su bomba de 43 kilogramos y 50.000 pesos colombianos. Le exige a quien fue el enlace del supuesto estafador que dé respuestas, pues tiene dudas si el hombre trabaja con habitantes de cada comunidad para poder robar.
“Hay vecinos que entregaron todas sus bombonas, unos le entregaron seis bombonas, las de los papás, del hijo, de la suegra. Allá hay dos abuelitos que se quedaron sin con qué cocinar porque entregaron las dos de 43 kilogramos, otra señora de 72 años de edad que vive sola”, acotó.
Precisó que su esposo y ella dependen de la pensión y no tienen cómo adquirir en el mercado negro un cilindro de 43 kilogramos que tiene un costo de 400.000 pesos colombianos.