Mientras tomaban asiento en el comedor de la vivienda para almorzar a horas del mediodía, el ruido de la sirena de una patrulla policial alertó a las cinco personas que se encontraban en el interior de una casa en la entrada al sector Los Verales, parroquia Buena Vista del municipio Monte Carmelo. Los uniformados se acercaron a la puerta del hogar, esperando ser atendidos. Manzanilla le pidió a su esposa que les dejara pasar, ya que según éste no tenía nada que ocultar.
Según declaraciones de Liliana Barrios, esposa del abatido, los oficiales abusaron de su autoridad y se adentraron a la vivienda sin mediar palabras, armados y con una actitud que les generó temor. “A Cristian lo jalaron del brazo, lo metieron al baño y le dispararon una vez. Antes de eso le hablaba para que se sintiera tranquilo, pero no me respondió más después de la detonación”, enfatizó.
“A mi prima le tiraron una chancla en la cara y la maltrataron, igual a mí. Uno de los policías preguntó por un tal Eduard, pero no conocemos a ninguna persona con ese nombre”. Barrios aseguró que en su núcleo familiar no hay alguien con ese nombre, y mucho menos un delincuente, al cual las autoridades estaban buscando.
“¿Para qué preguntan si ya lo mataron?”, les dijo Barrios a los oficiales, ya que supuestamente estos le comunicaron que se habían equivocado tanto de persona como de casa. “Luego de matarlo me detuvieron por dos horas, nos mantuvieron en la casa y nos amenazaron con dispararnos si hablábamos”, comentó la cónyuge del fallecido a las afueras de la morgue de Valera. Dentro de la casa, durante el supuesto enfrentamiento había cinco personas, entre ellas dos menores de edad.
Arresto
Cristian Antonio Manzanilla Pérez (19) fue detenido y arrestado el pasado viernes 22 de septiembre a las 11:00 am, pero fue dejado en libertad el domingo porque no le consiguieron pruebas para condenarlo, aseveró su esposa, mientras no encontraba explicación alguna por aquella detención. Manzanilla Pérez fue verificado por el Sistema Integrado de Información Policial (Siipol) y no presentó antecedentes.
Vida personal
El occiso dejó una hija de un año y nueve meses que procreó junto a su esposa, con la cual contrajo nupcias hace tres años. Manzanilla se dedicaba al mantenimiento de zonas enmontadas para ganarse la vida y llevar el sustento a su hogar. Anteriormente vendía chicharrones en la vía principal de Buena Vista. Hasta ahora se desconocen más detalles acerca de la operación llevada a cabo por las Fapet, como también la identificación y paradero del tal “Eduard”.