Ayer partió al encuentro con nuestro Señor Todopoderoso y Padre Celestial la buena amiga Esperanza Pérez de Villegas, madre ejemplar, amorosa abuela, extraordinaria hermana, amiga y vecina solidaria: Mujer trabajadora con demostrada vocación de servicio y sensibilidad social. Hija de doña Luisa Pérez y Don Simón González. Dagna, Esnaiper y José Ignacio deben sentirse orgullosos de ser sus hijos, y Wilder, María, Jesús, Juan Pablo por ser sus nietos; como orgulloso se siente el pueblo motatanense de haberla parido, pero también el dolor inmenso de su inesperada partida.
Bien lo dice nuestro Sumo Pontífice el Papa Francisco “No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y a donde yo voy, ya sabéis el camino. El trabajo del amor de Dios es más fuerte que el trabajo de la muerte. Y de ese amor es del que debemos hacernos ‘cómplices’ trabajadores con nuestra fe” porque al final la muerte “ha sido derrotada en la cruz de Jesús y Él nos restituirá en familia a todos”. Paz a su alma y que Dios te reciba en su seno Esperanza. Amén.