Madrid, 6 mar (EFE).- La fe en las grandes noches europeas vividas tiempo atrás en el estadio Santiago Bernabéu animan el talante del Real Madrid para sacar adelante los octavos de final de la Liga de Campeones que afronta con un gol de desventaja después de perder en París envuelto en un fútbol vulgar.
Es la cita del Real Madrid con el París Saint Germain el enfrentamiento más en el aire de los cuatro que forman parte del primer tramo de la vuelta de las eliminatorias. El Manchester City y el Liverpool tienen su reserva hecha en cuartos después de ganar a domicilio al Sporting portugués y al Inter; el Bayern Múnich, que recibe al Salzburgo, asume el compromiso con el objetivo encarrilado.
No vive el mejor momento el conjunto de Carlo Ancelotti en la temporada. Mantiene el liderato en LaLiga gracias a las rentas obtenidas en el primer tramo del curso y, antes de su goleada de este sábado a la Real Sociedad, sacaba sus compromisos a duras penas, sin la autoridad de antes.
París fue un aviso. Al amparo de un juego defensivo y de la inspiración de su portero cayó a última hora con un tanto de Kylian Mbappe que abanderó el mejor partido de la temporada del representante francés.
La pingüe desventaja alimenta las esperanzas blancas que dos de sus tres últimas campañas ha sido incapaz de atravesar los octavos de la Liga de Campeones. El Bernabéu pretende que esto no se convierta en tendencia. A pesar de la amenaza que supone la visita a Madrid de Leo Messi, Kylian Mbappe y Neymar. El astro argentino ha marcado veintiséis goles en cuarenta y cinco encuentros ante el Real Madrid. Todos con el Barcelona.
El Real Madrid, consolidado en el liderato de LaLiga, recibe al miércoles al París Saint Germain con la necesidad de ganar y con bajas relevantes. A las de Casemiro y Ferland Mendy, sancionados, se une la del alemán Toni Kroos, lesionado. Pero no tiene margen de error. Está ante el partido del año.
El París Saint Germain representa el lado opuesto. Sin rival en la Ligue 1 acelera cada vez que pisa Europa, su gran objetivo. Finalista hace dos ediciones, la Champions es el gran anhelo para una entidad que no repara en gastos cada temporada. Se aferra al talento de sus plantel para asentarse como aspirante. No tendrá a Sergio Ramos, aún lesionado.
Es el de Madrid el enfrentamiento con más alicientes. Más equilibrado. Para el Manchester City, que también juega el miércoles, el duelo ante el Sporting no va más allá de un trámite. Goleó el conjunto del español Pep Guardiola al representante luso en el estadio Jose Alvalade (0-5).
Centrado en la Premier que también domina, el conjunto inglés, vigente subcampeón, asume el pase a unos cuartos de final con la normalidad que le ha proporcionado su trayectoria continental en los últimos años. Es un gran candidato el City. El equipo portugués, consciente de la misión imposible, pretende salir lo menos dañado posible de la eliminatoria.
Similar situación contempla el Liverpool que ganó con firmeza en el Giusseppe Meazza ante el Inter (0-2). No acompañan los antecedentes al conjunto transalpino en el duelo. Solo en una de sus cuatro visitas a Inglaterra consiguió ganar.
Al Liverpool, sin embargo, le alientan los precedentes porque siempre que ganaron la ida a domicilio lograron la clasificación. En cualquier caso el conjunto de Jurgen Klopp está al alza. Se ha reenganchado a la puja por el título de la Premier y ha recuperado la esencia que tiempo atrás le hizo campeón de Europa.
El Bayern Múnich sufrió en Salzburgo donde logró empatar a última hora con un tanto de Kingsley Coman (1-1). Eso desniveló a su favor el sentido del enfrentamiento aunque el conjunto de Julian Nagelsmann ha perdido algo de la solvencia de inicio de curso. Fue el de Austria el primer choque de la competición que no ganó. Se impuso en todos los duelos de la fase de grupos pero no pudo con el representante austríaco que se aferra al talento de Karim Adeyemi y al hecho de que ya no cuenta el valor doble de los goles en campo contrario. Un triunfo en el Allianz Arena llevará al Salzburgo a los cuartos de final.
Los octavos se completarán una semana después con los cuatro choques restantes. El Manchester United espera en Old Trafford al Atlético Madrid tras el empate a un gol cosechado en el Wanda Metropolitano. La misma situación que contempla el Villarreal que acude a Turín para medirse a la Juventus con idéntico marcador.
El Johan Cruyff Arena de Ámsterdam decidirá el enfrentamiento entre el Ajax y el Benfica que terminó con igualada a dos goles en Lisboa. Y el Chelsea acude con los dos goles de ventaja logrados en Stamford Bridge a Lille para completar la serie.