#EspecialDLA Tras asesinato de un comerciante en La Fría Cicpc desmantela banda de extorsionadores

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Dos de los presuntos integrantes del grupo fueron apresados en la población de Coloncito, tras una investigación exhaustiva, desarrollada por funcionarios de la División Contra Homicidios Base La Fría, que mediante análisis de telefonía lograron obtener pistas sobre los delincuentes, al parecer responsables de varios homicidios en la zona norte del estado Táchira


William Iván Pulido García (47), comerciante radicado en la población de La Fría, recibió en su teléfono celular  numerosas llamadas por parte de sujetos que se identificaron como paramilitares, y le exigían el pago de cierta cantidad de dinero, como “vacuna”, para garantizar su seguridad personal, a lo cual se rehusó y, pese a que tomó todas las precauciones recomendables para defenderse, terminó siendo asesinado por sicarios que lo atacaron cuando salía de una conocida agencia bancaria de esa localidad, a donde acudió para realizar algunos trámites de tipo personal.

El crimen ocurrió el pasado 12 de febrero en la calle 5 con carreras 4 y 5 de La Fría, cerca de una agencia del banco Sofitasa, cuando la víctima fue atacada por dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta azul y lo acribillaron sin mediar palabra alguna, ante varias personas que transitaban por el sector y que, con gran consternación, observaron el acto de sicariato, cometido por integrantes de una banda, que ha sido desarticulada por la Policía Científica.

Numerosas fueron las conjeturas que se tejieron en torno al homicidio de Pulido García, la forma como quedó el cadáver, en vía publica, cerca de una motocicleta y una pistola de gran potencia que portaba el fallecido, ayudaron a alimentar las especulaciones. Las hipótesis iniciales fueron un probable ajuste de cuentas, crimen por encargo, la venganza y un posible motivo pasional, posibilidades que los detectives del Cicpc iban descartando, en la medida que avanzaban en el trabajo de investigación.

Primeras pistas

El Comisario general José Ricardo Pernía Ovallos, jefe de la Delegación estadal Táchira del Cicpc – dijo que las investigaciones fueron asumidas por funcionarios de la División de Contra Homicidios base La Fría, bajo el comando del comisario Christian Mijares, jefe de la sub delegación, que desde el inicio mismo de la las investigaciones lograron observar detalles que a la larga fueron útiles para el esclarecimiento del caso.

William Iván Pulido García, tenía en su poder una pistola marca Pietro Baretta, calibre 9 milímetros que portaba como instrumento de defensa. De hecho, logró sacarla, pero no la pudo accionar, puesto que sucumbió a los balazos que le fueron realizados a corta distancia.

Se supo por familiares y amigos, que la víctima había acudido al banco para realizar algunas gestiones de tipo personal y que la motocicleta, que estaba al lado del cadáver, era de su propiedad, la cual utilizaba por su versatilidad y las facilidades de maniobra.

Víctima de extorsión

También se dijo que solía tomar previsiones para evitar ser sorprendido por sujetos que lo habían amenazado de muerte, al negarse a cumplir con los términos de una extorsión que se había iniciado días atrás, cuando comenzó a recibir llamadas a su teléfono celular.

“No voy a pagar nada”, había dicho en varias oportunidades, en posición que mantuvo hasta el momento de su muerte. Según las autoridades policiales, el hombre recibió al menos nueve balazos, que le quitaron la vida en el mismo lugar de los acontecimientos.

Ya con una información más clara, los investigadores desecharon otras hipótesis y se centraron en extorsión, en un trabajo de investigación que era seguido de cerca y supervisado por los comisarios Wilfredo Carrasco, jefe del Cicpc en la Región Los Andes y Johan Smith Niño, jefe de la División Contra Homicidios – Táchira. La evaluación del trabajo policial, paso a paso, llevó a atar cabos, sobre el proceder de una banda que se dedicaba a cometer extorsiones en la zona norte del estado Táchira.

Amenazas desde la cárcel

El teléfono celular de la víctima fue puntual para el trabajo detectivesco y tras realizar el análisis de las llamadas y mensajes recibidos, se pudo establecer que los mismos provenían de una cárcel ubicada en el centro del país y hasta lograron identificar a la persona que las hacía. Las experticias también revelaron que el recluso, que se identificada como paramilitar, también establecía contacto con otras personas ubicadas en la zona norte del estado Táchira, algunas, para ser extorsionadas y otros, por ser miembros del grupo delictivo.

Destacaba en la investigación un hombre identificado como J. Echeverri Barrera, cuyo número telefónico también aparecía en el celular del comerciante fallecido. No fue posible ubicarlo en el lugar de residencia en Coloncito, pero los detectives no abandonaron su búsqueda hasta que en la calle 12 con carrera dos del Barrio Luis Herrera, lo vieron, junto a una mujer, en un automóvil Ford Fiesta color azul, que de inmediato fue interceptado.

Durante la requisa, se encontró en el bolso de la mujer una cacerina con su respectiva dotación de munición y en el piso, al menos tres casquillos de bala, que fueron considerados como un indicio de disparos efectuados desde el interior del auto. Cuando fueron a la casa de los sospechosos, encontraron una pistola Pietro Beretta, calibre 9 milímetros, que se encuentra bajo experticias para establecer si se trata del arma incriminada en este y otros casos de homicidio.

Banda desmantelada

El comisario José Ricardo Pernía, anunció el esclarecimiento de este crimen y el desmantelamiento de una banda de paramilitares que, desde La Fría y Coloncito, cometida extorsiones y asesinatos en diversas zonas al norte del estado Táchira.

Aclaro que los investigadores han logrado la identificación plena de otros de sus integrantes que son buscados activamente. Algunos de ellos no son del estado Táchira y proceden de la zona central del país y llegaron con la intención de organizarse como bandas y dedicarse a cometer delitos de diversos tipos.

La investigación abarca otros estados del país, entre los cuales están Aragua y Carabobo, así como varias cárceles donde están purgando condena por delitos diversos, los jefes, que inicialmente tienen la tarea de contactar a sus víctimas, para amenazarlas y advertirles que debían pagar.

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