Personas que han sido víctimas de robos en las calles de la ciudad aseguran que a pesar de llevar prendas de valor y bolsos grandes estos no han sido llamativos para los delincuentes
Ya se ha vuelto común para los habitantes del municipio Ayacucho ver y escuchar las anécdotas de los coterráneos donde días tras días los delincuentes roban y hurtan, sin embargo, el principal objetivo de los atracadores son los teléfonos inteligentes. A plena luz del día y en horas de la noche en cualquier punto de la ciudad se te acerca un par de motorizados para inmediatamente pedir el teléfono celular; diez de cada ocho víctimas han manifestado que el delincuente pide es el teléfono.
“Me robaron en la calle 7 del centro a las 7 de la noche. Yo traía en mi maletín el pasaporte, documentos personales, dólares y el pasaje porque estaba cuadrando todo ya que me iré a Chile pero cuando fui sometido bajo amenaza de muerte con un arma de fuego solté el bolso y levanté las manos, los choros solo me dijeron dame el teléfono y se fueron, ni se dieron cuenta que traía maletín, gracias a Dios que pasó así y me lograré ir de acá” contó William M., habitante del municipio Ayacucho.
Al respecto el equipo reporteril del Diario de Los Andes, entrevistó a una fuente ligada a un órgano del estado especializado en delincuencia organizada, quien pidió no ser identificado para no ser sometido a represiones institucionales.
El funcionario manifestó que en efecto uno de los principales objetivos de los delincuentes comunes que han azotado a los habitantes del municipio Ayacucho, tienen como objetivo despojar a las víctimas de sus equipos telefónicos, su costo son muy elevados y es de fácil venta.
Manifiesta que el mismo ciudadano común aún a sabiendas de los hechos que últimamente han acaecido no toma medidas preventivas tales como activar los programas de rastreo satelital en el teléfono y de esta manera seria la forma más fácil que los cuerpos de seguridad puedan llegar rápidamente hasta donde se encuentran los malhechores. “Ubicar y recuperar el teléfono robado, capturar al delincuente y de esta manera reducir el número de hechos delictivos en el municipio” explicó.
Acotó también que la persona que compra un equipo el cual haya sido proveniente de un robo, éste estaría incurriendo en un delito de aprovechamiento de objetos provenientes del delito el cual tiene una pena privativa de la libertad, y se estaría poniendo en riesgo que al momento de que sea sorprendido con el teléfono en su poder, pueda ser aprehendido y procesado penalmente.
“En el mes de diciembre logramos retener a cinco personas que se dedicaban a robar teléfonos inteligentes, posteriormente solicitan dinero a la víctima para ser devueltos, estos extorsionadores ya están privados de libertad” aseguró el funcionario.
En el mes de mayo San Juan de Colón cumple un año sin tener sede de la Policía del estado Táchira, esto ha disparado la ola robos y hurtos en la jurisdicción
SOS COMUNIDAD
Harina adulterada… Una harina precocida de una consistencia extraña es lo que estarían ofreciendo en empaques de harina pan, algunos comerciantes informales en el mercado municipal de San Juan de Colón. Así lo denunció ama de casa, asegurando que se siente estafada y con dudas de la procedencia y manipulación de la harina precocida que estarían vendiendo en las inmediaciones del mercado municipal. Un llamado a los entes competentes para que investiguen sobre la procedencia y manipulación de los alimentos que estarían ofertando los trabajadores informales en la ciudad de San Juan de Colón.
Escasez de gas doméstico. Con bombonas, troncos, cauchos vecinos han obstaculizado más de 8 veces la arteria vial que comunica el municipio García de Hevia con San Cristóbal para exigir la inmediata distribución del servicio de gas doméstico en la zona, la población se encuentra cocinando con leña y cocinas eléctricas para apaciguar el hambre.
Precio irreal….Tendrían los productos regulados. La molestia de la población aumenta cada día cuando va a adquirir algún producto y los vendedores le ofertan tres precios, el cual varía dependiendo de la modalidad de pago: efectivo, transferencias o puntos bancarios, generando incertidumbre sobre cuál es el precio real del rubro que están ofreciendo.