El precio tras la búsqueda de la belleza puede ser muy alto, así se plantee como una oferta por el diferencial cambiario entre Colombia y Venezuela. Este año se ha conocido en Táchira, la muerte de 5 colombianos luego de practicarse una cirugía plástica. Cuatro de las víctimas fueron mujeres y un hombre, según informa el director del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (Sacs), Milton Bracamonte.
En torno a estas prácticas médicas funcionan “caza pacientes” que en Colombia o por redes sociales ofrecen paquetes quirúrgicos de estética a colombianos, quienes deben viajar a ciudades fronterizas de Ureña, San Antonio y San Cristóbal para la realización de la cirugía. Los que están detrás del negocio les ofrecen incluso traslado y una vez cruzan el Puente Internacional, los llevan o guían al consultorio o clínica donde serían operados.
Ante esa realidad, las autoridades de salud venezolanas lanzan la alerta y recomiendan investigar las credenciales del “médico” ofertante en organismos de Venezuela, previo a exponer la salud y la vida en manos no aptas para esos fines; asegura Bracamonte que la calidad de los médicos venezolanos es considerada de las mejores del mundo, menos del 1% incurre en intrusismo; pero lo grave es que no todos quienes hacen prácticas estéticas son profesionales de la salud.
El director del Sacs relata que en algunas clínicas aplican procedimientos que en Venezuela son penalizados, como la colocación de biopolímeros. “Conseguimos también médicos que en oportunidades, a conciencia, hacen cirugías cuando no son especialistas del área y son los propios pacientes quienes los denuncian ante el Ministerio Público, porque una vez realizada la cirugía, hay una mala praxis y esto es de competencia penal”.
No todos los pacientes son de frontera, dice Bracamonte que otros proceden de Medellín o Bogotá. El funcionario relata que desde Colombia, decenas de pacientes cruzan a Venezuela todos los meses para someterse a cirugías estéticas sin verificar en manos de quién están confiando, como sucedió a la última víctima fatal; una joven de 16 años de edad que viajó a San Cristóbal para practicarse una cirugía plástica.
La autoridad de salud recomienda investigar la acreditación de quienes ofertan cirugías estéticas antes de someterse a estas, porque van cinco muertes de colombianos este año en Táchira; asegura que la calidad de los médicos venezolanos es considerada de las mejores del mundo, menos del 1% incurre en intrusismo, por eso llegar a buenas manos, puede salvarles la vida
“Con los pocos médicos que han sido denunciados no hemos tenido mayor suerte, porque llegamos al lugar y ya no están, no los hemos podido ubicar. Tenemos la presunción, en algunos casos solo firma un médico pero es otro quien hace la cirugía”.
Así sucedió en la clínica Divino Niño de la frontera, al momento de la inspección del Sacs, quien figuraba como el cirujano plástico para intervenir una paciente colombiana que estaba esperando, no se encontraba en la zona; el médico fue ubicado en Caracas en su consultorio particular, atendiendo sus pacientes.
Su padre se enteró al retirar el cadáver
“Señor… venga a reclamar el cadáver de su hija”, fue parte de la triste historia de la joven colombiana de 16 años que murió recientemente. Dice Milton Bracamonte que su padre llegó a su oficina y relató la tragedia familiar en la que estaban sumidos.
La colombiana viajó a San Cristóbal, luego de hacer contacto vía “WhatsApp” con un supuesto médico que le haría la cirugía plástica con la que soñaba, no informó a sus padres que venía a Táchira y menos a realizarse una operación; la familia se enteró un día después de su aventura quirúrgica, cuando fueron llamados a retirar su cadáver en la morgue.
El padre de la joven colombiana se presentó como militar de su país y no definió si haría la denuncia penal del caso en Venezuela; para el momento, no sabía ni quién la había operado.
Contaba el hombre con enorme desconsuelo, que su hija dejó a su vez una niña huérfana.
Una vez reconocido y preparado el cadáver de la joven colombiana de 16 años de edad, su padre partió en un carro fúnebre que le dejaría justo en la avenida Venezuela de San Antonio del Táchira para terminar la travesía, caminando hasta Colombia con el cuerpo inerte de su hija depositado en un ataúd, en vez de llegar siendo un poco más bella, como la adolescente soñaba.
Ha cerrado 18 centros de salud en la región
Desde el año 2015, bajo la administración de Milton Bracamonte, el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (Sacs) en Táchira, ha cerrado 18 establecimientos de salud o quirófanos; algunos casos son remitidos a Caracas por ser competencia del ente central. No todos los centros tienen un cierre definitivo, sino temporal mientras se ponen a derecho con los registros y reacomodo de la infraestructura, asegura el funcionario.
“En torno al cierre de establecimientos, ha sido un trabajo conjunto de la Policía del Táchira, cuando estaba el Coronel Cabezas frente a la Dirección de Seguridad Ciudadana; la Zodi (Zona Operativa de Defensa Integral Táchira); la Guardia Nacional; la Policía Nacional Bolivariana y personal del Hospital Militar, porque no es fácil para nosotros sentarnos, evaluar el trabajo e ir a inspeccionar una estructura, equipos, materiales quirúrgicos, el estatus del paciente y del personal que labora en cada lugar”.
En el registro van más de 180 establecimientos de salud inspeccionados este año; pero dice Bracamonte que si suman, estéticas, laboratorios, consultorios médicos, spa, centros de tatuaje y peluquerías, son unas 290 inspecciones en lo que avanza de 2017. “Este trabajo está a cargo de la Coordinación de Regulación y Control de Equipos, establecimientos y profesionales de la salud”.
“Muchos de los establecimientos de salud que hemos inspeccionado y cerrado, se conoce el caso por denuncias de consejos comunales que se comunican a través del correo que ha dispuesto el ente central en la página del Sacs. Otras denuncias llegan de personas que han sido afectadas o son amigos o familia de los afectados. En el caso de la frontera, donde más se ha presentado la denuncia. La han hecho funcionarios o gente ligada al sector salud. Nosotros hacemos la investigación y dependiendo del caso, hacemos la inspección”.
Así funcionan redes “caza pacientes”
A raíz del diferencial cambiario, las cirugías plásticas en Venezuela se convierten en un negocio lucrativo para muchos, donde no solo los médicos tienen mayores ingresos al aumentar el volumen de pacientes; sino que otras personas se han aprovechado para establecer su propio lucro sin saber nada de prácticas de salud y sin manejar códigos de ética, el fin es solo el dinero.
Paola, quien quiso omitir su nombre real, dijo que trabajó por un breve tiempo captando mujeres colombianas que traía para que fueran operadas en Táchira; los médicos que las operaban le daban en ese momento de un 20 a un 30 por ciento de lo que valía la cirugía o las cirugías estéticas que realizarían.
“No todos los médicos aceptan trabajar así con “caza pacientes”, los de mayor prestigio, que ya tienen un nombre acreditado en Venezuela, no aceptan; al contrario, les ofende; pero hay muchos que no son cirujanos plásticos o especialistas de estética, incluso supe de uno que ni médico era, nunca se graduó y es de los que trabajan así; pero no trabajé con él porque me parecía peligroso. Solo duré unos dos meses con eso, me dio miedo cuando una paciente murió y noté que nadie le daría a uno apoyo al momento de algo, me dio dolor con la familia de la fallecida y pensé que no era un negocio correcto. Además, estamos en frontera y uno no sabe si se terminan vengando de uno que fue el que menos tuvo que ver”.
Explicó Paola cómo funcionan, pues una amiga de Cúcuta promocionaba al médico entre sus amistades. Las que regresaban operadas y les iba bien, también lo recomendaban y daban el contacto de la mujer cucuteña, quien a su vez llamaba a Paola y le decía que tenía listas cuatro o cinco pacientes para operar. “Yo junto con un taxista, las buscaba al pasar el Puente Internacional de San Antonio, nos veníamos a San Cristóbal, ellas iban a la consulta, se hacían los exámenes preoperatorios (no siempre) y el mismo día o al otro día, dependiendo de la hora en que llegaran, estaban siendo operadas”.
El mismo día de operadas –relata- se iban de la clínica porque si querían quedarse, la mayoría de veces en esos lugares no había ni hospitalización; pero donde hay enfermeras de guardia, se quedan algunas pacientes que pueden pagar; la mayoría se van a hoteles que uno contrata y por eso también le queda comisión, por llevar huéspedes.
“Los médicos se van y algunos ni ven más las pacientes, hasta que regresaban a un control post operatorio; pero no todas volvían. Por eso es que hay tantos casos, esos médicos que trabajan con “redes de Colombia” o que no son especialistas, no tienen la misma ética; yo que conocí todo eso, me asusta. Algunos ya ni le contestan más el teléfono a la paciente, menos cuando se complica y ya está en Colombia, le huyen al problema y siempre dicen que todo es culpa de la paciente para lavar su conciencia. Lo que sí, es que les queda bastante dinero”.
En Cúcuta lanzarán campaña para proteger a pacientes colombianas
El concejal de Cúcuta dijo que investigará casos puntuales y motivará a través de campañas informativas a sus connacionales, para que se orienten en organismos venezolanos sobre la acreditación de quienes ofertan cirugías estéticas en Táchira, antes de hacerse su paciente.
Una campaña que permita concientizar a los ciudadanos colombianos, especialmente a los de Norte de Santander en relación a los riesgos de practicarse cirugías plásticas sin previo conocimiento de la acreditación de los especialistas o la calidad de los centros de salud, aspira lanzar el concejal de Cúcuta en el Departamento Norte de Santander, Juan Carlos Capacho.
Para el edil cucuteño, es grave lo que sucede con pacientes colombianas que viajan especialmente a Táchira a practicarse cirugías plásticas sin informarse debidamente de los riesgos, y ya son cinco las muertes derivadas de tales prácticas quirúrgicas solo en este año; por lo que es necesario crear conciencia, dijo.
Capacho establecerá contacto con autoridades de salud del Norte de Santander para que estén atentos de los casos e investiguen las ofertas quirúrgicas estéticas que se publicitan para Venezuela, en procura de cuidar la salud y bienestar de las ciudadanas colombianas, “en esta acción pondré todo mi empeño”, aseguró el concejal, porque se trata de la vida de sus connacionales.
Entre los focos de la campaña que desarrollarían en Cúcuta, estaría orientar a los pacientes colombianos para que investiguen con autoridades de salud venezolanas, si la cirugía plástica será realizada por un médico graduado, especialista y debidamente acreditado, para evitar caer en manos de personas no calificadas desde lo legal y lo práctico.
Se trata de que las colombianas puedan tener información certera de organismos de salud del Táchira y Venezuela, antes de asistir a servicios médicos estéticos en este país, refirió Capacho.
Viene sucediendo.- Desde hace algunos años se reportan muertes de colombianas que se practicaron cirugías plásticas y al llegar a su país, desde Venezuela, se agravaron, como sucedió a Iris Magaly Sánchez, de 31 años, en agosto del 2015.
En este caso, refirieron los médicos que la atendieron en Cúcuta y luego en Bucaramanga, que la mujer había sido sometida a una liposucción en Táchira y cuatro días después, debió ser internada; no pudieron salvarla porque contrajo una bacteria que se alojó en su hígado.
El director -para ese momento- del Instituto Departamental de Salud (IDS) en Bucaramanga, Javier Orlando Prieto Peña, dijo que casos como el de Sánchez siguen pasando. “No es la primera vez, periódicamente recibimos reportes de estos (de mujeres en estado grave en las clínicas, porque se practicaron una cirugía en clínicas del vecino país)”, dijo el funcionario.
Si no es especialista puede ser denunciado
Beatriz Socorro Figuera es jefe del postgrado de Cirugía Plástica del hospital “Dr. Jesús Yerena”, de Lídice en Caracas; explica que para realizar una cirugía plástica en Venezuela, se debe pasar por varios ciclos de estudio obligatorios.
En primer lugar, “se debe tener un título de médico cirujano, carrera de 6 años de duración; posterior, tiene que cumplir con el postgrado de Cirugía General que son 3 o 4 años más, lo último en que se forma este médico es en el postgrado de Cirugía Plástica y reconstructiva que tiene una duración de 3 a 4 años, “muchos siguen preparándose en otras especialidades como microcirugía, cirugía de mano o cráneo-facial”.
Denunciar.- Por su parte, el director de Contraloría Sanitaria informa cómo investigar si la oferta de un especialista médico está ajustada a derecho, y a dónde acudir si hay sospecha de fraude.
-¿Cómo investiga un paciente extranjero que el especialista recomendado opera con legalidad en Venezuela?
-“En Venezuela hay una Gaceta oficial que prohíbe la aplicación de biopolímeros y si me ofertan este procedimiento, ya no debería acudir. Lo otro, es la certificación; revisar si el profesional está certificado para ese tipo de cirugía estética, pediría que consulten con el Colegio de Médicos para conocer si el profesional está inscrito y tiene el aval; también pueden consultar con el Servicio de Contraloría Sanitaria a través de la página web del Sacs, donde se registran todos los médicos del país de acuerdo a su especialidad”.
-¿A dónde puede acudir un paciente que se ve afectado por una mala praxis médica; o que compruebe, fue engañado por una persona que se presentó como especialista?
-“Cuando no hay una mala praxis; pero el médico no es el profesional de la salud adecuado para la práctica, debe denunciarse ante el Ministerio Público. El paciente debe asistir también al Colegio de Médicos, y si es médico, será pasado al Tribunal Disciplinario. Contraloría Sanitaria lo que hace es comprobar si el médico o la clínica están certificados en cada caso”.