Casos como el de Ciudad Ojeda, donde Godoy Valero fue denunciado por agresión sexual a sus 11 hijas deben ser objeto de alerta y la necesidad de que la justicia venezolana ponga un freno contra este tipo de sujetos enfermizos
Por: Nelson Altuve – Los Andes Semanario del Táchira
En las últimas semanas, varios casos de violaciones contra menores de edad se han presentado en el país, especialmente en el estado Zulia, donde parece que este delito es cotidiano y no hay forma de frenar el abuso, especialmente porque en estas situaciones se ven involucrados menores de edad, niños que aún no han alcanzado ni la adolescencia y que deben lidiar con una enfermedad que marca su vida para siempre.
La falta de denuncias ante los entes policiales por parte de la víctima o familiares por amenazas de los agresores o por encubrimiento, lleva a que muchos casos queden en la impunidad y el victimario siga cometiendo fechorías. En otros casos, la lentitud de la justicia y la poca rigurosidad para aplicar sentencias permiten que sigan sucediendo esos delitos atroces.
Recién en la web panorama.com.ve se reportó un hecho cruel, y que debe alertar a los organismos del Estado, sobre la vulnerabilidad de muchos niños y la necesidad de que existan leyes que castiguen con penas severas este delito que afecta especialmente a la niñez venezolana.
Violó a sus 11 hijas
A José Jorge Godoy Valero, de 49 años, se le acusa de haber abusado sexualmente de 11 hijas. Este dramático hecho muestra la descomposición social en algunos sectores. Los hechos ocurrieron en Cuidad Ojeda, estado Zulia, donde hay conmoción entre la población por el abdomible crimen puesto al descubireto luego que una de las hijas afectadas se armó de valor para denunciarlo ante el Cuerpo de investigación.
“Fue violada en múltiples oportunidades por su padre”, dijo el director nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Douglas Rico. “Ella le contó a su madrastra, y la mujer sorprendió a Godoy abusándola, pero no denunció a las autoridades”, explicó Rico.
Ahora, su hija mayor —quien se había casado y vivía en Caracas—, debió regresar a la casa de su padre en Ciudad Ojeda. El infierno la aguardaba. Cuando la hija volvió a la Costa Oriental del Lago (COL) venía embarazada. “Tuvo problemas con su madre y su suegra en la capital y decidió regresar a Ojeda. Allí fue violada de nuevo por su padre”, señaló el jefe policial.
Esa violación le generó un dolor adicional. Estaba embarazada de ocho meses. “El abuso le provocó un aborto. El caso lo denunció en la sede del Cicpc en Ciudad Ojeda”. El temor que tenía la hija mayor era que, sus dos hermanas menores, de 9 y 12 años, estuviesen pasando por la misma situación. La investigación forense determinó que sí. Godoy había abusado de ambas hijas, en reiteradas oportunidades.
“Los detectives determinaron que Godoy había abusado, presuntamente, de sus otras 8 hijas, procreadas en distintas relaciones en la misma zona”, agregaron las fuentes. Sin detenerse en el asombro, las niñas entrevistadas manifestaron que, además, Godoy las maltrataba físicamente. El aberrado fue trasladado a los calabozos del Cicpc de Ciudad Ojeda y será presentado ante los tribunales del circuito judicial en Cabimas.
Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, sostiene que las distintas formas de violencia contra los niños constituyen una problemática real. El especialista menciona que este delito lo marcan factores de riesgo como el hacinamiento en los hogares, la pobreza, la falta de control, de oportunidades y de fortalecimiento de los cuidados parentales. “Pocos padres suelen detectar este tipo de violencia sobre todo cuando los agresores son parientes cercanos”.
Su esposa lo denunció
A Omar Uricare (68 años), lo detuvieron luego de ser denunciado por su propia esposa. Fue aprehendido en la parroquia Agua Salada, en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, por abusar sexualmente de sus dos hijas de 5 y 8 años de edad. El sujeto ante la ausencia de la madre abusaba de ellas, por cuanto el mismo las ponía a ver películas de índole sexual y luego cometía el hecho.
La madre al enterarse de lo sucedido hace la denuncia correspondiente; los pesquisas arman capturan al victimario, a quien se le comprobó su hecho por los exámenes forenses realizados a la víctimas, los cuales arrojaron como resultado positivo. El detenido fue puesto a la orden de la Fiscalía Octava del Ministerio Publico del Primer Circuito Judicial de Ciudad Bolívar.
Abusada y asesinada
A veces estos casos terminan en el asesinato de la víctima, bien por oponerse a los instintos sexuales o para evitar la identificación del agresor. En el Zulia, un hombre abusó y asesinó a una niña de 12 años dentro de la vivienda de la menor ubicada en el sector Nazareth, diagonal a la plaza El Hacha, parroquia San Rafael del municipio Mara. Según informó el Cicpc, el autor del crimen fue un hombre que se encontraba bebiendo junto a otros dos amigos en la misma casa donde vivía la niña de apellido Ortega. “Este hombre, del cual estamos por identificar, entró al cuarto donde dormía la víctima, abusó de ella y posteriormente la asesinó”, dijo una fuente del Cicpc.
Lucha contra la impunidad
Linda Loaiza López, tenía apenas 18 años, cuando el 27 de marzo de 2001, fue secuestrada por un hombre que le propinó golpes de tal intensidad que la tuvieron que operar más de 15 veces y estuvo hospitalizada durante un año para las reconstrucciones en su rostro.
La joven venezolana fue torturada, mutilada, violada y agredida durante ese secuestro de cuatro meses. Su caso llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), ubicada en San José, como una muestra más de su lucha contra la impunidad de su caso y de las víctimas de violencia sexual y de género en su país y América Latina.
En tan solo una hora, 224 niños son abusados sexualmente en Latinoamérica, las cifras expuestas por Unicef son alarmantes. Soy Un Guardián fundación sin fines de lucro que busca prevenir el abuso sexual infantil, señaló que Venezuela no cuenta con cifras oficiales. Sin embargo, la organización maneja que de cada 98 casos solo uno es denunciado
DATO
La mayoría de las víctimas son niñas, mientras que un número importante de los agresores suelen tener algún vínculo familiar con los afectados, ya sean padrastros, padres, abuelos, tíos o primos.
**Texto publicado en Los Andes Semanario del Táchira edición 111