Especial /Táchira. En 120 metros de guaya pasan hasta 400 kilogramos de productos agrícolas

Guindando sobre guayas pasan los productos agrícolas que salen de las tierras de la aldea Santa Clara en el municipio Seboruco del estado Táchira, desde que el río Grita arrasó con la estructura del puente el pasado 29 de septiembre

Productos agrícolas y motocicletas son trasladados por el carreto habilitado por los habitantes de la aldea Santa Clara desde que se cayó el puente. Fotos: Carlos Eduardo Ramírez

120 metros en el aire deben recorrer los productores agrícolas que habitan en la aldea Santa Clara del municipio Seboruco del estado Táchira, para poder llevar sus cosechas a otras zonas de la entidad y al centro del país, después de que el puente que servía como principal arteria vial se derrumbara producto de la crecida del río Grita, ocurrida el pasado 29 de septiembre de 2022.

Un sistema de guayas y una cabuya sostienen el carreto que soporta un máximo de 400 kilogramos, coordinado e instalado por los productores y habitantes del sector para evitar perder sus cosechas, pues la otra vía de comunicación que les queda para sacar los productos es hacia La Grita, municipio Jáuregui, a la que tardan en llegar unas 2 horas aproximadamente.

A riesgo cruzan productores agrícolas y habitantes de la aldea Santa Clara de Seboruco. Carlos Eduardo Ramírez

 

Foto: Carlos Eduardo Ramírez

El carreto no tiene puerta, está abierto en uno de sus laterales, por lo que representa un riesgo a quienes cruzan. Para llegar hacia la aldea cuenta con un mecate que es halado por quienes estén del otro extremo, pero para regresar hacia Seboruco, cuando llega a la mitad de los 120 metros, alguien debe empujarlo con la mano, agarrándose de la guaya que lo sostiene, por lo que varios se han cortado sus manos y han llegado sangrando al otro extremo.

Gerardo Moreno es habitante de la aldea, relató al Diario de Los Andes que un joven estuvo a punto de caer al vacío cuando se trasladaba por el carreto, que en la comunidad llaman “sarando”, mientras que otro sufrió una cortada con la guaya, que le pudo costar un dedo de la mano.

“Hace rato uno se quitó casi un dedo con los carretos del sarando. Tienen que estar pasando las motos, las hortalizas, es difícil, se hace más complicado el trabajo de la gente del campo. Estamos pasando una calamidad con el río, es grave la situación”, expresó.

 

Cuando el carreto llega a la mitad del recorrido debe ser impulsado agarrando las guayas. Varios se han cortado las manos. Foto: Carlos Eduardo Ramírez

 

Foto: Carlos Eduardo Ramírez

Sobre el río se iba a construir un puente colgante para el cual le habían aprobado recursos a la Gobernación del Táchira desde el ejecutivo nacional, cuando José Gregorio Vielma Mora fue gobernador, pero en la localidad desconocen qué pasó con el dinero, pues tan sólo se llegaron a construir las torres desde donde salía y hasta donde llegaba el puente.

De lo que era el puente queda muy poco. En donde estaba, por donde los habitantes de Santa Clara pasaban hasta hace apenas unas semanas, hay rocas gigantescas que demuestran la agresividad con la que pasó el río Grita aquella noche, además de que las aguas de este afluente se ven y se escuchan bajar con fuerza, como un estilo cascada, producto de las lluvias que no han dejado de caer sobre esta zona de la montaña tachirense.

De lo que era el puente de la aldea Santa Clara queda muy poco. Foto: Carlos Eduardo Ramírez

Jesús Meza, habitante de Santa Clara, estaba ayudando a subir una motocicleta al carreto cuando fue entrevistado. Iba a cruzar junto a un compañero para dirigirse a un velorio al otro lado del río. Manifestó que, aunque este sistema les ha permitido medianamente resolver, no pueden quedarse así por siempre.

“Aquí había un presupuesto para hacer un puente grande colgante. A la hora del té salieron con que no, que el presupuesto se había acabado. Aquí está la torre. Necesitamos ese puente, porque tenemos que pasar por este carreto agricultura, para arriba y para abajo, entonces necesitamos que haya el puente colgante ahí”.

Destacó que de los campos de Santa Clara sacan productos como pepinos, tomates, lechuga, repollo, cebollas, cilantro, entre otros, por lo que requieren un puente que aguante. “El que teníamos no aguanta el paso del río, está ahí mismo”, agregó.

Foto: Carlos Eduardo Ramírez

“No podemos perder los cultivos”

Arcadio Pérez es productor de Santa Clara. Recordó que cada vez que aumenta el caudal del río Grita se cae el puente, y los productores quedan incomunicados, corriendo el riesgo de perder sus cosechas.

“Los alcaldes nos han prestado apoyo con la maquinaria, pero eso no es suficiente, porque aquí llega y se le hace canal al río y pues el río queda pasando por debajo del puente, pero este es un río que cuando él dice aumentar de agua, abarca hasta más de los 50 metros de ancho. Entonces el puente quizás no llega ni a los 20 metros, el agua no tiene capacidad para pasar, se abre por los lados del puente y abre callejón, y quedamos totalmente incomunicados”, explicó.

La producción de la aldea Santa Clara llega a varios estados de Venezuela. Foto: Carlos Eduardo Ramírez

Destacó que no pueden perder los cultivos, porque adquirir una paca de fertilizante, un litro de gramoxone, un desarrollo para el cultivo o cualquier producto para la cosecha tiene un valor por unidad de más de 50.000 pesos, y hay productos como el pimentón que corren el riesgo de dañarse por plagas y enfermedades.

“Si nosotros perdemos 10, 20 sacos ya no podemos volver a producir. Entonces nosotros lo que hicimos fue reunirnos, recoger fondos, compramos estas guayas, hicimos esto que pueden ver aquí que llamamos carreto o sarando, que es capacitado para unos 400 kilos máximo, y nosotros pasamos cuatro o cinco personas y una moto. Es el transporte de nosotros para podernos comunicar.  Le pedimos al gobierno nacional, al Gobernador del estado Táchira que nos ayuden, porque aquí hay gente buena, gente que echa palante, gente que todos los días se levanta a echarle pichón y es bueno que nos tomen en cuenta”, expresó.

Según Pérez de esta zona salen muchos rubros a Caracas, Maracaibo, Valencia, Maracay y Barquisimeto.

Pérdida de 12 toneladas

William Aguilar es productor de tomate, pepino, cebolla, cebollín, lechuga y caraota, desde hace unos 25 años. Su producción mensual es de unas tres toneladas. Desde la caída del puente se le han incrementado los precios de producción porque tuvo que contratar entre 6 y 8 obreros más para pasar las cosechas por el carreto, ante el peso que representa empujarlo.

Estima que en dos semanas en la zona se han perdido al menos unas 12 toneladas de productos como lechuga y calabacín por las dificultades de movilización. “Los carros no pueden dar la vuelta por La Grita por lo costoso de la gasolina, se tardan unas dos horas y los ferieros no quieren buscarlos en el campo”, dijo.

 

Foto: Carlos Eduardo Ramírez

El paso por el carreto lo considera un atentado. “Los obreros tienen que estar unos allá y otros aquí, para estar unos montando, otros halando la cabuya. Para pasar una tonelada de producción se tardan unas dos o tres horas más o menos”.

Ninguna autoridad regional o nacional ha llegado a la zona a conversar con ellos y coordinar qué hacer, tan sólo el alcalde del Seboruco, por lo que hizo un llamado para que los ayuden con la maquinaria pesada que se necesita para la reparación del puente. “Necesitamos una máquina con urgencia, a ver si nos colaboran para destapar ahí y dejar el sufrimiento que tenemos para sacar la cosecha”, destacó.

En la aldea Santa Clara esperan que las autoridades aparezcan lo más pronto posible, pues están dispuestos a colaborar en la habilitación de la vía, pero insisten en que se requiere un puente que no se caiga cada vez que llueva.

 

Foto: Carlos Eduardo Ramírez
Foto: Carlos Eduardo Ramírez

 

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