Espacios humanos | Por: Elías Sayegh Franco

Los espacios públicos son vitales para la ciudad. No es coincidencia que las ciudades más cosmopólitas del mundo inviertan grandes cantidades de dinero en habilitar y mantener parques, espacios deportivos y lugares públicos de esparcimiento. Casos emblemáticos son el Central Park de Nueva York, el Parque Chapultepec en Ciudad México, el Hyde Park en Londres, entre otros.
Los espacios públicos benefician sobre todo a los más podres, quienes no cuentan con grandes distracciones en el lugar donde viven, ni tampoco con grandes recursos para trasladarse o pagar entradas en lugares privados de entretenimiento. De esta forma, el entramado social de una ciudad, la convivencia ciudadana se construye en base a sus espacios públicos, que además que los antes citados también lo constituyen sus museos, bibliotecas, etc.
Viniendo al caso de la ciudad de Caracas se puede observar que hace años que los espacios públicos con los que contamos los caraqueños se han quedado cortos. A esto se le añade que la gran mayoría de estos espacios como el Parque del Este, Los Próceres y el Parque Nacional El Avila no cuentan con la seguridad suficiente como para que las personas se sientan cómodas. En vista de esto, los ciudadanos han optado por tomar los centros comerciales como espacios públicos. Por esta razón la gente hace ejercicio en gimnacios de centros comerciales, se reunen en restaurantes, en los centros comerciales, van a discotecas, cines, teatros o locales en espacios cerrados. Esto último ha ido cambiando paulatinamente en tiempos recientes, quizás la coyuntura de la Pandemia ha hecho que la gente vuelva a las calles a ejercitarse, a respirar aire fresco, a tomar sol. Esto ha puesto en evidencia a una ciudad muy mal preparada para los ciclistas, los trotadores y caminantes cosa que incluso pone en peligro a quienes deciden practicar estas actividades en lugares no adecuados.
En el ámbito local, concretamente en el municipio El Hatillo hemos sido agresivos en nuestra política de recuperación de espacios públicos, aunque todavía hay mucho por hacer. Este año en medio de la Pandemia hemos recuperado diez parques entre espacios deportivos y parques infantiles. A esto se le suma la inauguración de la Plaza Escalona, un espacio icónico por tener el primero mural ecológico del país y el más grande de América Latina; y en este momento continuamos los trabajos de la recuperación de nuestra Plaza Bolívar y espacios peatonales de nuestri Casco Histórico. Además contamos con espacios como la avenida principal de La Lagunita, el Parque Por La Paz, El Volcán, e iniciativas comunitarias como la ruta Los Búfalos, Los Paulinos y la que fue la primera Central Hidroeléctrica del continente. A eso le sumamos tres murales recuperados de gran valor artístico que se suman a las iniciativas turísticas Hatillanas. Les estamos tratando de dar lo mejor para que su sumen al esfuerzo de cuidar y mejorar su entorno. Todo esto y más será potenciado por una iniciativa que los incluirá a todos y les dará grandes beneficios que muy pronto anunciaremos.
Es necesario recalcar que para tener espacios públicos suficientes y de calidad no sólo es necesaria la labor gubernamental. Se necesita de la contribución de toda la ciudadanía para poder cuidar y mantener estos ambientes. Cada uno debe contribuir como un buen ciudadano cuidando su espacio y haciendo buen uso de él. En este sentido hay mucho por hacer, muchas personas tienen poca conciencia del cuido de sus lugares y en vez de cooperar con su cuido terminan dañándolos consciente o inconscientemente. Hay quienes piensan que pueden hacer cualquier cosa en cualquier espacio sin respeto al uso verdadero del lugar y a los vecinos del sector. Si queremos tener espacios públicos de calidad que podamos disfrutar debemos cuidarlos de manera activa y esto incluye no dejar que otros los dañen.
Venezuela hoy dista mucho de ser un país normal. Estamos claros en que vivimos en un país en que hasta las cosas más básicas como los servicios de agua, luz, gas, transporte público escasean de forma importante. Algunos pensarán: ¿cómo pensar tener espacios públicos de calidad si ni siquiera tenemos agua o luz? Debemos exigir que los organismos competentes cumplan con su obligación de brindar el acceso a estos servicios, pero eso no quiere decir que vamos a dejar perder todo lo demás también. Este país sale adelante con trabajo y debemos trabajar todos desde cada espacio por transformar la triste realidad en la que vivimos.
Yo me resisto a caer en la dinámica de la frustración, de la desesperanza y del abandono. Cuidemos nuestras casas, nuestros lugares de trabajo y nuestros sitios de esparcimiento de la mejor manera que podamos. Un ser humano aumenta su potencial cuando se desenvuelve en espacios que son de su agrado. Hagmos espacios dignos de un ser humano. Sigamos apostando a ese ser humano que hoy sufre, pero que tiene la capacidad de transformar su realidad, y esa realidad empieza a transformarse cuando humaniza su entorno.


Elías Sayegh Franco
Alcalde de El Hatillo
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