Valera, la flamante Ciudad de las Siete Colinas se encuentra de júbilo porque uno de los baluartes en la educación de la región está celebrando 102 años de fundación. Se trata de la escuela «Eloísa Fonseca» hoy día llamada Unidad Educativa.
Esta ilustre institución educativa representa uno de los mayores orgullos del estado Trujillo, porque en sus cimientos ha impartido las primeras nociones de la enseñanza a muchos de nuestros trujillanos reconocidos nacional e internacionalmente, de manos y bajo la tutela de las más nobles, preparadas educadoras que han dado lo mejor de sí a lo largo de más de un siglo para lograr que la «Eloísa Fonseca» sea hoy por hoy un patrimonio educativo de la entidad.
Esta institución nació un 19 de septiembre de 1916, aunque anteriormente se celebraba sus aniversarios los 11 de abril, tomando en consideración que esa misma fecha pero en 1957 se inauguró la actual sede en el mandato del General Marcos Pérez Jiménez.
La visión de las hermanas Álvarez de Lugo
Hace 102 años, nacía una institución educativa que con el trascurrir de los del tiempo se convertiría en icono de los valernos y de la trujillanidad en general. Hace más de un siglo era fundada la Escuela para Niñas, nombre, que luego le dio pasó a la Escuela Nacional Eloísa Fonseca, casa de estudios primarios que le abrió las puertas del saber y del éxito a mil y miles de coterráneos.
Visionarias, maestras, educadoras ejemplares: así fueron las hermanas; María y Ángela Álvarez de Lugo, queridas y amadas, fundadoras de La Escuela de Niñas en 1916. Fueron normalistas, y siempre se les reconoció su vocación natural –y divina- a la enseñanza. Las hermanas Álvarez de Lugo fueron maestras amante de la verdad, del bien, la belleza; de todas las esferas de valor. Especialistas en comunicación y del buen saber, supieron como nadie, transmitir el mensaje educativo y, sobre todo, motivar al alumno interlocutor.
Preceptoras y orientadoras familiares por naturaleza, mostraron como pocos el valor profundo de la mano firme y amigable, la de un auténtico educador.
Ambas supieron mirar al futuro cuando siembran en 1916, la semilla de una gran empresa educativa. Con un puñado de profesionales audaces y comprometidos con visión futurista. Ellas fueron las gestoras de las manos que colocaron los cimientos de la hoy floreciente instituto que todos conocimos como Escuela Eloísa Fonseca y que celebra 102 años de creación.
Con recursos propios, las hermanas Álvarez lograron la creación de esa Escuela de para Niñas, que comenzó a operar con un grupo reducido de pequeñas que condujo al establecimiento del reglamento en donde estatuyeron como materias básicas para las señoritas la lectura, la escritura, la aritmética, la religión, la urbanidad, la economía doméstica y la costura. Si las alumnas lograban aprobar esas asignaturas podrían continuar su educación cursando gramática castellana, gramática francesa, geografía, historia e higiene. Así mismo, se aconsejaba a las Niñas la bella elegancia en el andar, como un principio de cultura elemental.
Iniciaron con 75 alumnas
Con setenta y cinco alumnas comenzó la Escuela Graduada para niñas, la cual era dirigida por la señorita, María de Jesús Colina asistida por Josefa Vetancourt de Sierra. Según lo escrito por el profesor Benigno Contreras. Igualmente conformaron ese grupo primario maestras como: Elisa Pulgar y Teresa Parilli, luego María y Ángela Álvarez de Lugo y María del Valle Terán. A María de Jesús Colina le siguieron, en orden cronológico, las directoras: María Álvarez de Lugo, María Hermelinda Terán, María del Valle Terán. También contribuyeron, Alide Anselmi de Casanova, Mélida de Quiñones, Ernestina de Pérez, Adriana Daboín Ontiveros, Delia Jelambi.
Con la Eloísa muchas cosas cambiaron
Esa época, la sociedad es claramente masculina. El género femenino tiene poca participación en la toma de decisiones que atañen a la comunidad y educación. Su espacio eran fundamentalmente el hogar; a veces matronas, otras tantas comerciantes que concurren en el mercado para vender productos artesanales y agrícolas. Para los valeranos de la época la mujer no tenía necesidad de asistir a la escuela, de adquirir formación educativa. Bastaba que supieran llevar adelante una casa, casarse en el seno de una buena familia y procrear muchos hijos.
Las hermanas Álvarez de Lugo logran darle un viraje a todo aquel mito y con la creación de La Escuela de Niñas, muchas cosas cambiaron a partir de ese momento, logrando un aporte significativo para que las féminas fueran vistas de otra manera y con mayor participación dentro de la sociedad.
Desarrollo y supervivencia
La Eloísa Fonseca es parte esencial del desarrollo y supervivencia de la ciudad. En Valera pervive a pesar de las inclemencias del tiempo, tradicionales instituciones educativas, cuyos maestros durante décadas, han formado generaciones de niños y niñas.
La escuela que nosotros conocimos, fue la segunda casas de muchos, donde se aprendieron infinidades cosas de suma utilidad, nuevos amigos, juegos, también se recibían unos cuantos regaños, pellizcos, reglazos y jaladas de oreja por parte de aquellas damas que llamábamos «señoritas»: severas unas, hermosas y dulces otras, pero siempre dispuestas a corregirnos y orientarnos. La autoridad la ejercían dos invaluables mujeres: Aura Salas Pisani y Josefa (Chepita) Paredes, incansables trabajadoras y a las que la vieja escuela cumpleañera debe en parte, lo que es actualmente.
Aquellas «Señoritas»
De nuestra época en la escuela de aquellos tiempos, podemos rememorar la fina estampas de la “señoritas”: Aura Salas Pisani (+) , Chepita Paredes (+), Elsy Antequera, Ángela Pulido(+), Celmira Godoy de Cardozo, Aurora González de Sáez, Eugenia de Venegas (+) , Nelly de Covarrubias, Blanca de Ruiz, Blanca de Rojo, Gionna de Luzardo, Eutimia Zerpa (+), Ana Ramona Cabrita, Elsy Bracamonte, María Teresa de Sangermano (+),Teresa de Barrios, Graciela González (+), Elena de Bastidas (+), Elena Rangel, Gradys Mancilla, Sestilia Morales, Alcira Araujo, Clara Pisani (+), Luisa Urbina, Aura Cornieles (+), José Vicente Alarcón, Pina Santiago, Carlota Bendezú (+), Nancy de Hernández (+), Rosario Salinas de González, Anna de Marchiandi (+), Consuelo de Salazar, Hilda de Materán, Aura Rojo, Rosalía Barrios, Tomás Semprún en Deportes.
Era la época de la formación en el patio de aquellos niños de pantalón kaki y camisa blanca y las niñas vestido blanco con cinturón verde. También fueron los años de la cantina de bajareque y palmas del patio Venezuela o las misas celebradas por el Padre Javier Sarrasqueta en el patio Lourdes, frente a la gruta, para conmemorar la coronación de la Virgen María, o aquellos celebres aniversario con actos culturales de alto nivel y organización. Los años de actos culturales y de entretenimiento en el Ateneo, obra de Aura Salas, que han borrada. Fueron años que con un bolívar comprabas dos tequeños, un regreso y te sobraba una locha para la salida.
Datos de Interés
19
De septiembre es la fecha de fundación en 1916 por las hermanas María y Ángela Álvarez de Lugo.
1939
Fue el año que comenzó el mixto al incorporarse como alumno Álvaro Álvarez de Lugo
1945
Entra en función se crea el kindergarten, cuya primera maestra fue la señorita, Emma Rojas. Para esa época ya era una escuela totalmente mixta.