El miedo de que ocurra una tragedia en la Escuela “»Pbro. Nicolás Mateos» de Jajó, en el municipio Urdaneta, es una constante que por años ha acompañado a su personal de trabajo y a la comunidad, que ve con preocupación lo que sucede en los últimos días y sin nadie que solucione.
Con las precipitaciones recientes, la calle frente a la escuela fue cerrada por seguridad, luego de que se desplomó una parte de sí, que además de socavar la tierra del terreno donde está asentada la escuela, afectó una casa que está en frente. El terreno ha ido cediendo y pone en riesgo ambas estructuras y a una familia.
La directora de la institución, María Josefina Araujo, indica que la escuela se encuentra en “Estado de emergencia” desde hace mucho, ya que está en una zona de alto riesgo y cuando llueve, quienes están dentro corren peligro. Debido a esto, al caer el agua, desalojan la institución para prevenir.
Pese a que en la actualidad, los niños no asisten a la escuela por la pandemia, Araujo se encuentra preocupada por las instalaciones donde ha laborado por más de 16 años. “Los bomberos realizaron una inspección y levantaron un informe sobre el estado crítico. Las autoridades tienen conocimiento de la situación y nadie nos toma en cuenta «, sentencia la docente.
“Pedimos a las autoridades que se aboquen a solucionar el problema, no les estamos pidiendo un favor, es su responsabilidad la integridad de la escuela, como la de quienes corren riesgo por esa situación” afirma.
Desde la alcaldía de Urdaneta, se les colaboró con arena, sin embargo eso no representa nada, para el trabajo que se tiene que realizar. Se le prometieron otras visitas y ayudas, sin embargo, hasta el momento no hay respuesta.
Soluciones
María Araujo, indica que el principal problema es que las aguas pluviales de los vecinos corren en dirección a la escuela. Asimismo, recuerda que hace apróximadamente dos años, el muro de contención de la parte trasera colapsó y desde entonces no ha sido repuesto.
Sin ese muro, la situación empeoró porque las aguas entran directamente a la escuela generando filtraciones en el terrenos. Asimismo, los techos y paredes de la institución presentan filtraciones que ponen en riesgo a quienes utilizan los espacios.
Ante la inacción de las autoridades, han propuesto recolección de fondos entre la comunidad, sin embargo, la situación económica de los pobladores, ni de los docentes, les permite costear los gastos del muro, por lo que exigen que en la brevedad, atiendan su llamado, por el riesgo que se corre.
De no haber respuesta oportuna, tomarán otras medidas, dentro de las cuales está no regresar a las aulas ante un posible llamado de reinicio de clases el año entrante, porque afirman no pondrán en riesgo la integridad física de quienes hacen vida activa en la escuela, sobretodo la de los niños.