Escuela Ciudad de Valera en El Milagro clama por atención gubernamental integral

En octubre se cumplen dos años del derrumbe que dejó afectaciones estructurales  de consideración a la institución educativa. En aquella oportunidad Diario de Los Andes reseñó la alarmante situación; el escenario al regresar al lugar sigue siendo el mismo y se le suman otros inconvenientes, como el cierre de los baños del comedor, las secuelas de la filtración y presencia de barro que han llegado a inundar los pisos cuando llueve.

Fotos: Alexander Viloria

Por: Karen Briceño ECS


Casi 2 años tiene la Escuela Ciudad de Valera en el Barrio el Milagro con una pared perimetral desplomada producto de las lluvias, un sistema de cloacas deteriorado, salas sanitarias del comedor colapsadas, problemas de infraestructura, presencia de escombros en la entrada principal y otras que se han convertido en las preocupaciones diarias del personal y representantes de esta institución con más de 500 estudiantes matriculados.

Medidas improvisadas en medio de la desidia

“Hemos tenido que clausurar los baños y reducir el espacio del comedor para que los niños comieran desde que los bomberos colocaron una cinta de seguridad para prevenir que se siguiera viniendo mientras los alumnos estaban allí, por un tiempo se tuvo que parar el servicio del comedor. Quisiéramos que esto se solventara cuanto antes para el beneficio de los niños y la colectividad educativa, profesoral, administrativa y obrera”. Indicó el Profesor Juan José Viloria que tiene una trayectoria de 27 años de servicio en esta escuela ubicada en el popular sector conocido como “Barrio el Milagro” de la ciudad de Valera.

En octubre se cumplen dos años desde que vivieron este hecho los miembros de la comunidad escolar que está conformada por 565 niños desde maternal, inicial y primaria; 47 docentes, 35 obreros y 7 madres y padres procesadores que son los que trabajan día a día a pocos metros del sitio del derrumbe. Cabe destacar que se evidencia la presencia de un poste eléctrico prácticamente encima de la entrada del comedor.

El año pasado, el Gobernador del estado visitó la escuela en compañía de la ministra de educación Yelitze Santaella y a pesar de que el personal les informó sobre dichas circunstancias, no hubo respuesta ni atención a las mismas.

Urge una intervención

Wilmer Briceño quien es representante, vecino de la comunidad y además se formó en esta escuela, destacó que dicha situación ya tiene bastante tiempo y es un problema que le compete y afecta a toda la comunidad, además hace un llamado reiterativo a la pronta solución por parte de las autoridades:

“No podemos solucionar sólo cuando se acercan elecciones, o hacer algo pequeño que de verdad no hace tanta falta cuando esa pared ya tiene bastante tiempo así. Los organismos empezaron a ver y a ver pero nunca solventaron nada, llega a pasar algo peor y ahí sí nos movemos como comunidad a discutir con el personal de la escuela, cuando los que realmente pueden solventar son los organismos”.

Briceño finalizó con un mensaje que refleja el sentir de varios representantes preocupados: “Vengan a solventar no sólo a mentir o a traer las cosas a medias, si hacemos el llamado es porque realmente se necesita, esto no sólo afecta a los niños sino a la colectividad en general. Llamo a los representantes a involucrarse más porque esto es parte del día a día. Que vengan no sólo a ver o a buscar un voto sino a solventarnos a largo plazo, trayendo a una persona capacitada no sólo para llevarse recursos sino para que solucione el problema que se está vivendo y que representa un peligro.”

Por su parte, Lisbeth Castellanos, docente desde hace 20 años nos informa que el desplome de la pared perimetral respresenta un riesgo continuo para la escuela, ya que la misma resguardaba la seguridad de la institución.

Llamados recurrentes

Hilda Briceño, coordinadora del Centro de Recursos para el Aprendizaje (CRAP) aseguró que las autoridades institucionales, miembros del personal docente y representantes han realizado numerosos llamados y entregas de oficios a los organismos como la Gobernación del estado, la Alcaldía y demás entes para que sea resuelta esta situación que tienen padeciendo desde las vaguadas del 2021 y que desde entonces, las aguas pluviales siguen afectando y llenan de barro y escombros la escuela cada vez que llueve.

“Hay unos baños que tuvimos que cerrarlos porque quedaron prácticamente tapeados”.

Cancha deteriorada y escombros en la entrada también afectan a la escuela

Yoli Araujo, representante, opina que siguen a la espera de respuestas no sólo de atención a la pared que se derrumbó sino también a la solicitud del arreglo de la cancha que está al lado de la institución, ya que en ella acuden estudiantes, jóvenes y niños de toda la comunidad a practicar actividades deportivas.

Irma Contreras, docente de aula desde hace 16 años expresó que la infraestructura de la escuela presenta varias debilidades, tanto en el área perimetral como en otros aspectos.

“Cerca de las adyacencias del comedor hay unos escombros que al estar allí podrían afectar la salud de los niños por ser esa un área delicada, donde se procesan los alimentos y por eso necesitamos con urgencia que se aboquen a solucionar estos problemas que tenemos”.

Fallas en el sistema de cloacas producen mal olor en el comedor

Otro aspecto resaltante durante el recorrido por el comedor de la institución es la presencia de unos desagues que el mismo personal ha tenido que cubrir provisionalmente debido al mal olor que emanan los mismos y que se presume sea producto del deterioro del sistema de cloacas que posee la escuela.

El desplome de la pared perimetral ocurrió el 26 de Octubre del año 2021 y aunque Diario de Los Andes estuvo presente y evidenció la alarmante situación en aquel momento, el escenario al regresar al lugar sigue siendo el mismo y se le suman otros inconvenientes, como el cierre de los baños del comedor, las secuelas de la filtración y presencia de barro que han llegado a inundar los pisos cuando llueve.

Con el derrumbe también se cayó un poste que proveía de electricidad a una parte de la comunidad, al mismo sólo le retiraron los cables de alta tensión, pero la estructura metálica sigue estando a escasos metros del suelo y da la impresión de terminar de caer en cualquier momento.

Cabe destacar que esa área ya presentaba socavamiento desde hace aproximadamente 5 años y a pesar de las denuncias a los organismos por parte de los habitantes, estas continúan sin ser atendidas al día de hoy.

 


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