Si algún debate ha tomado cuerpo y calor en distintas partes del planeta, especialmente en países como el nuestro, altamente polarizados por las agudas maneras de ver y sentir los procesos de cambio, es la discusión sobre ciudadanía como un componente que busca una variada manera de hacer y construir un acuerdo social que consolide el futuro innovador donde el ser humano encuentre un estilo de vida solidario y en armonía. Lamentablemente la crisis humanitaria que vivimos y padecemos los venezolanos en este diciembre del 2018 no ha dejado espacio para abrir un abanico que pudiese generar una dinámica donde la probabilidad de las diferencias se reduzca.
Un gobierno engreído e insensible, cuya razón de existencia es el control social y el desprecio por los más necesitados hace imposible un escenario donde los acuerdos civilizados pudieran dar algún oxígeno a los venezolanos.
Ciudadanía significa civilidad, democracia, derechos, deberes, formación, educación, dialogo, tolerancia; es un elemento que arropa la urgente necesidad del respeto a los derechos humanos y a los derechos civiles de participación y protagonismo en la solución de la amplia gama de complejidades que los estratos sociales tienen y poseen. Es en fin de cuentas, una manera novedosa e innovadora de ver lo relativo a la vida en comunidad, con valores plurales, democráticos y humanistas, donde el ser humano sea el centro principal de la acción y de la convivencia, para que las alianzas y encuentros sean un instrumento de liberación y desarrollo social. Esto desde la perspectiva democrática pudiera ser el comienzo de un sueño que nos diera una salida pacífica, cívica y plural
Como lo expresa Cortina Adela, en Ciudadanos del mundo, Madrid, Alianza Editorial. “Ciudadanía no es otra cosa que una relación política entre un individuo y una comunidad política. Abrirle camino ampliando la tolerancia y el respeto al derecho de todos a la diversidad, a pensar y a existir, es abrirle camino a la justicia, es fortalecer la pluralidad. Es hacer democracia.” Igualmente está reconocida investigadora española manifiesta…” La ciudadanía es un concepto mediador porque integra exigencias de justicia…, une la racionalidad con el calor del sentimiento de pertenencia. Por eso, elaborar una teoría de la ciudadanía, ligada a las teorías de la democracia y justicia, pero con una autonomía relativa con respecto a ellas, sería uno de los retos de nuestro tiempo.”
Una sociedad herida en sus entrañas, conducida con una visión autocrática del poder, como nuestra Venezuela tricolor, debe buscar en el encuentro y enlace de sus integrantes la solución a los graves dramas existenciales que se padecen en sus diferentes órdenes, desde lo ético hasta lo económico. El decidido alto al criterio hegemónica de Maduro y sus militares, así como al revanchismo es inminentemente necesario si queremos superar con éxito la espiral de decadencia en que nos hemos metido todos, es decir, todos y cada venezolano víctima de una sustantiva crisis que pareciera no tener fin.
El discurso de la exclusión que está presente tanto en el gobierno como en sectores de la oposición democrática (existen sectores tan o más excluyentes q el propio oficialismo) debe dar paso al discurso del encuentro, de la reconciliación, la ilegitimidad e ilegalidad inconstitucional en que la institución de la presidencia de la republica adquiere a partir del 10 de Enero del2019 es un elemento básico para superar la crisis.
Si bien sabemos que la elite militar cívico no es muy propensa a esto, esa elite no es democrática, también sabemos que por estas calles de Dios todos los días crece el rechazo a la confrontación y al belicismo verbal de lado y lado. Es decir construir una teoría ciudadana donde todos tengamos oportunidad es la grandeza de los procesos de cambio y justicia social que avanzan sostenidamente. El rescate de las instituciones, el defender la constitución y su mandato es darle vigor a la democracia, es volver la mirada a lo positivo, es encontrarse con el país de verdad y no solo el del lado con el que me siento bien, estamos seguros que así lo quiere la mayoría nacional que se niega a los extremos.
@LeoMontilla