El otrora pueblo turístico, donde los visitantes no cabían los fines de semana, quedo atrás en Isnotú.
Si antes abundaban los vendedores de artículos religiosos en las calles del poblado que vio nacer al futuro Beato de Venezuela, por la gran cantidad de peregrinos que todos los fines de semana visitaban el poblado, eso desapareció, pues en sus calles lo que se encuentra es soledad, tal como lo hemos podido comprobar en las últimas visitas que hemos podido realizar a la capital de la parroquia JGH.
Cuando no se observa ningún vehículo estacionando en el parqueadero preferido de los visitantes, la avenida principal del poblado, la Benigno Hernández, es señal de que el poblado estado solo, como ha venido sucediendo en estos días.
Tanto las ventas ambulantes como las fijas, sufren las crisis, la falta de visitantes que son los que generalmente adquieran los recuerdos del Beato, donde según lo dijeron los mismos venderos, las ventas han bajado en más de un 90 por ciento, sin embargo muchos de ellos no pierden la esperanza que vuelven los tiempos de reactivación de la actividad turística y que Isnotú vuelva a ser el de antes, con caras de gente sonriente, complacidos de estar en la tierra del que consideran santo de Venezuela, José Gregorio Hernández.