Autoridades policiales se movilizaron sin éxito en una búsqueda que se prolongó por varias horas, tanto la parte interna, como la externa, de nuestro primer centro asistencial, sin resultados positivos e investigan si el sujeto, evadido, recibió ayuda externa para salir del área
Un recluso del Centro Penitencio del Occidente que por problemas graves problemas de salud permanecía recluido en el Hospital central de San Cristóbal, logró escapar en horas de la madrugada de este martes, aprovechando que el funcionario encargado de su custodia, lo dejó solo por un momento, creyéndolo profundamente dormido.
Los hechos ocurrieron entre las doce de la noche y la una de la madrugada, en la el piso 3, donde se encontraba recluido el ciudadano Edicson Javier Zuleta Niño, de nacionalidad venezolana y 29 años de edad, residenciado en la zona de La Ermita y recluso del Centro Penitenciario del Occidente II, que había sido trasladado al referido nosocomio, donde fue hospitalizado por un cuadro de hepatitis A.
Zuleta ocupaba la cama No. 22, y según la versión del vigilante de prisiones que tenía a su cargo la custodia, lo dejó tan solo unos minutos, mientras iba a la parte externa del mismo hospital, para comprar alimentos, en los puestos de comida rápida. Cuando regresó, ya el paciente no se encontraba en su cama, por lo que de inmediato lo notificó a las autoridades policiales destacadas en el mismo centro asistencial. Funcionarios de la del estado Táchira y Policía Nacional Bolivariana, iniciaron la búsqueda del evadido, tanto en la parte interna, como externa, sin obtener resultados positivos.
Esta búsqueda se desarrolló por varias horas y se prolongó hasta entrada la mañana, sin que se lograra obtener rastros del preso. También se hicieron presentes en el centro asistencial, comisiones de la Guardia Nacional y custodios de prisiones, que se sumaron a las operaciones para recapturar a Zuleta Niño.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Cicpc, sub delegación San Cristóbal, llegaron para dar inicio a las investigaciones por el delito de fuga de detenido, considerado como contrario a la administración de justicia.
El joven custodio de apellido Chinchilla, decía una y otra vez, que antes de ausentarse tan solo un momento de la habitación, se verificó que el paciente estuviera bien dormido y para mayor seguridad, le colocó las esposas policiales, que aseguró a la estructura metálica de la cama.
El funcionario fue retenido y llevado a la sede detectivesca parta ser interrogado sobre todos los aspectos que tienen que ver con esta fuga de detenido a fin de establecer como ocurrió la misma, si el recluso, valiéndose de sí mismo logro evadirse o, por lo contrario, recibió ayuda de otra persona.
Los detectives del Cicpc estuvieron en la parte interna del Hospital Central, concretamente en el piso 3, cama 22, para las experticias técnicas, al tiempo que se entrevistó con el personal que a esa hora estaba de servicio en esa área.