El Ejército colombiano sigue sacudido en medio de un proceso investigativo por posibles hechos de corrupción, de acuerdo con una nota de prensa publicada por Prensa Latina (PL).
En las últimas horas trascendió que la Fiscalía capturó a nueve personas presuntamente vinculadas a casos de corrupción ocurridos en la Cuarta Brigada del Ejército, con sede en Medellín. Se trata de cuatro militares activos, un coronel retirado y cuatro civiles, que fueron contratistas de la unidad militar.
A este proceso se suman los arrestos del pasado 10 julio, cuando el Comando del Ejército Nacional de Colombia confirmó detuvo a 12 militares activos, acusados de falsificación de documentos e incumplimientos de los requisitos legales exigidos para el cambio de arma.
Dentro del personal se encuentran un sargento viceprimero, siete sargentos segundos, dos cabos primeros y dos cabos segundos. Según diversas opiniones, estas detenciones llevadas a cabo en las ciudades de Puerto Asís, Nilo, Neiva y Bogotá, tienen lugar en el contexto de la purga dentro del Ejército iniciada con el retiro del servicio de un general.
Ese mismo día, el Ministerio de Defensa anunció la separación del cargo del general Romero, comandante de Acción Integral del Ejército, tras la revelación de presuntos hechos de corrupción.
Romero es señalado de formar parte de una red de corrupción dentro del Ejército y habría obtenido hasta 312 mil dólares por cobro de sobornos por permisos para el porte de armas a particulares y empresarios, según la Procuraduría.