Es nuestra hora

El mundo al revés. Son democráticos y defensores de los derechos humanos los mismo que destruyen el planeta, invaden los pueblos, arrasan las ciudades, cometen los más terribles crímenes de lesa humanidad de la humanidad, pero ante el mundo se presentan como los héroes de la libertad. Son racistas y terroristas, no tienen límites en su maldad, pero se venden  en el discurso como los portavoces de la paz y el orden. Cuentan para esta doble función con el gran aparataje propagandístico, comunicacional donde combinan la palabra, las imágenes, el mensaje para construir desde lo falso, lo mediocre una realidad que les favorezcan sus intereses, sus objetivos mediante una terrible manipulación de la mente de los seres humanos.

Es por ello que los agresores imperiales y sus lacayos en nuestros países tienen un gran temor y miedo a la conciencia colectiva, a la identidad nacional, al arraigo profundo, al amor por esta tierra. Efectivamente es una realidad que la población venezolana en su gran mayoría a pesar de la despiadada guerra política-social económica comprende y entienden quiénes son los verdaderos responsables y hacedores de esta dura situación que vivimos como pueblo. Nos ahogan, nos asfixian, nos estrangulan, nos bloquean, nos sancionan pero hemos resistido y saldremos de las terribles circunstancias donde nos han colocado los traidores de la patria y los criminales del imperio norteamericano y sus aliados de gobiernos arrodillados, entreguistas y cobardes.

Este bravo pueblo venezolano no se rinde, nos alzamos en conciencia y en resistencia. Sabemos que si nuestra Republica cae, con ella caerá su soberanía, su independencia y nos esclavizarán nuevamente como lo hizo la corona española. No queda otra cosa que salvar la patria, es nuestro hogar que es mancillado por el enemigo de toda la humanidad. Estamos claros que es dura nuestra realidad, por ello hoy estamos llamados pueblo y Gobierno a librar juntos la gran batalla por la vida, por nuestras familias, por nuestros hijos. No puede haber confusión.

A levantar la moral, la mirada al estilo de Guaicaipuro, de Bolívar, Sucre, Manuelita Sáenz, de Miranda, Ezequiel Zamora, Simón Rodríguez, Luisa Cáceres de Arismendi, de Argimiro Gabaldón, Fabricio Ojeda, de Hugo Chávez, comandante de pueblos, y tanto otras y otros que su digno ejemplo ilustran y señalan el camino del honor y lucha a seguir.

Trujillanas y trujillanos es nuestra hora de andar junto a la patria en su defensa profunda.

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