DLA.- El coordinador del Centro de Estudios de Frontera e Integración de la Universidad de Los Andes, Carlos Casanova, abordó los aspectos relacionados con la atención a los desplazados colombianos que están llegando a Cúcuta por el conflicto armado en la zona del Catatumbo.
Casanova resaltó que en caso de que algunos desplazados se trasladen hasta el Táchira, por lineamiento internacional tienen que ser atendidos, por lo que los gobiernos municipales, regionales y nacionales deben activar los programas de asistencia humanitaria. Agregó que también es necesario motivar la colaboración con organizaciones no gubernamentales, tomando en cuenta que los presupuestos gubernamentales resultan insuficientes.
El académico subrayó que Venezuela tiene la responsabilidad de acoger a los desplazados con la misma solidaridad mostrada en épocas pasadas. Recordó que esta no es la primera vez que se atienden desplazados en la región.
«Estamos hablando de desplazamientos forzados, mas no deseados por las personas porque quedaron en medio de un fuego cruzado, de tal manera que para Venezuela no es otra cosa sino el compromiso de atender a los desplazados como en otros tiempos se hizo», precisó.
Casanova destacó las diferencias entre el desplazamiento forzado de los colombianos y la migración de venezolanos en busca de mejores condiciones económicas.
Reiteró que la financiación de las ONG dedicadas al tema de refugiados es crucial, especialmente ante la mayor demanda de salud y alimentación que supone la llegada de nuevos desplazados.
Carlos Casanova advirtió que se puede generar un aumento de la población vulnerable en la región, tanto de colombianos como de venezolanos, por lo que se hace necesario contar con presupuestos y políticas efectivas para garantizar su atención y protección.
El docente de la ULA resaltó la importancia de trabajar de manera coordinada y solidaria para enfrentar esta crisis humanitaria con empatía y compromiso.
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