Más allá del festival de goles vivido este sábado en la goleada 6-2 del Deportivo Lara sobre Zamora, el capitulo más polémico en el duelo fue la expulsión de Erickson Gallardo por derribar al árbitro Ramón Ortega tras el cuarto gol de los crepusculares.
Luego del tanto de José Caraballo para ampliar las diferencias en el cotejo, un reclamo de Gallardo determinó la cartulina roja sacada por el principal, lo que provocó la reacción del mediocampista al empujar con el pecho a Ortega, quien de inmediato cayó al suelo.
Seguidamente, el colegiado fue atendido y a los pocos segundos se reanudaron las acciones, a pesar de las dudas sobre la veracidad de la intensidad de la agresión, pues catalogaron como “exageradas” las acciones del juez principal.
Los dirigidos por Leo González amarraron el pase a la semifinal de la Liguilla, en lo que es la búsqueda de su segundo título en el fútbol venezolano y su tercer torneo corto.