El día 25 de abril, arribó a 79 años de existencia el gran Vicente Laguna, “El Águila Solitaria” del ciclismo trujillano y venezolano. Vicente Laguna nació el 25 de abril de 1943 en la turística población de Niquitao, ubicada en el municipio Boconó del estado Trujillo; criado en un ambiente de superación y lucha bajo la formación de su madre y padre: Dominga Laguna y su progenitor, Aparicio Morillo.
El entonces niño Vicente se desarrolló en un ambiente humilde pero con unos padres, bregadores y luchadores, con deseos de superación, y es precisamente su padre quien lo inicia en esto de la bicicleta.
Surgen como figura extraordinaria a nivel nacional en el calapié, tomando la máxima altura piramidal “El Águila Solitaria”, Vicente Laguna, que sin ninguna ayuda de equipo toma ribetes de héroe al conquistar el subcampeonato de la Vuelta a Venezuela de 1967 y su épica carrera Mérida-Valera como orgullo para su amado Trujillo. Laguna igualmente logra la hazaña de ser el campeón de los 100 kilómetros contra reloj por equipo, entre muchos más éxitos.
Fue desde aquel 8 de septiembre de 1967 cuando al bravo vencedor se le llamó, con justicia, “El Águila Solitaria”, no tenía equipo, tras una faena nunca imitada en esa vía tipo tornillo que lo vio bajar sin apego por la vida desde los 4.118 del Pico del Águila hasta la ciudad de las Siete Colinas, sin más compañía que los frailejones, la espesa neblina y uno que otro campesino de los estériles cerros andinos.
Ha sido un ciclista completo, era triunfando tanto en la pista como en la ruta vistiendo los colores de Trujillo y la Selección de Venezuela.
Soñaba con ser triunfador
Vicente Laguna nos relata que desde niño soñaba y crecía con la idea de ser un gran triunfador. Siempre trabajó y se dedicó para hacer realidad sus metas.
“Desde que me inicié en el ciclismo, estando muy chamo, me mentalicé en llegar a triunfar, siempre soñé en ser un triunfador y de convertirme en alguien grande, todo lo pude lograr gracias a la disciplina, pundonor y sacrificio. Siempre queriendo y defendiendo al estado Trujillo, lo cual también ha sido algo demasiado importante y motivador para mí”.
Persona agradecida
Tiene palabras de agradecimiento para quienes se preocuparon por bautizar con su nombre el Velódromo de Valera, inaugurado en 1.996, con motivo de los Juegos Juveniles Nacionales, realizados en Trujillo. “Estoy agradecido de la vida y al ciclismo por todo lo que me han dado como atleta y persona, reconocimientos que gracias a Dios los recibo en vida, así los puedo disfrutar con mi familia. Gracias”. Desde Diario de Los Andes y EntreRuedas nuestro abrazo y felicitaciones. ¡Que Dios le siga protegiendo campeón!
Elvins Humberto González
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