Ricardo Berríos
Pedro José Frailán Rangel, santiaguense de nacimiento, trujillano de espíritu, alma y corazón. Su transitar intelectual, lo ha recorrido desde su fructífero cultivo en estudios académicos, compartidos por las innumerables horas de enseñanza en diversas instituciones de educación superior.
Hablar de Pedro Frailán, es hablar de un auténtico trujillano, que antes de dirigir su mirada a otras latitudes, profundiza su arraigo con la tierra que lo vio nacer y crecer, y es aquí, donde prosigue su siembra intelectual, convirtiendo sus sueños en realidades, su Trujillo de todos los tiempos. Hoy nos presenta en su libro, Relatos de Personajes Trujillanos, en donde diáfanamente nos enseñan parte de su historia, sus relatos de algún acontecimiento vivido, son testimonios que parten del recuerdo, y como huella indeleble, permanecen en su imaginación. Los elementos de la narración son tomados de una realidad interna, se pretenden presentar hechos, donde cada uno de ellos vivieron su peripecia narrada.
En esta obra de Pedro Frailán, tal cual pavo real que enseña las bellezas de su plumaje, hoy el autor, utiliza la suya con la fuerza que imprime la admiración que siente por cada uno de los autores de los relatos, aquí fue capaz de resaltar el punto común que los une a todos, como es “el infinito amor por Trujillo, a todos los iluminó el rayo de vida en el Trujillo de nuestros amores.
Son treinta y un personajes, que con sus relatos, nos dejan experiencias vividas, pero por sobre todas las cosas luces, camino y agradecimiento a esta tierra noble y generosa.
Al profundizar las lecturas de los relatos, nos encontramos a: Alí Medina Machado, “símbolo vivo de la ciudad», su accionar dice el autor, se asemeja al sinónimo de libro, escritura e idioma. Francisco González Cruz, “soñador de ideas”, conjugadas en tiempo y espacio. Hilario Rivas Marín, gran pacificador, adalid de la unidad. Francisco Vázquez, cuando uno anda en busca de su historia, se encuentra con sus propias raíces, su propio barro. Dimitri Briceño, testigo de historia viva trujillana. Diana Rengifo, sembró a Trujillo en la profundidad de su corazón. Mario Maldonado ”la conciencia y actuación presente en las minorías construyendo la historia”. Luis Huz Ojeda, “hace de la fotografía del campo el lugar del momento y circunstancia …una obra de arte”. Walter Aranguren “el pasado y presente siempre está entre nosotros”, dándole vida a nuestras vidas, alimenta el alma y fuerza creadora que fortalece arraigo y sentido de pertenencia. Jesús Uzcátegui, “construyó su éxito a partir de sueños, con su órgano de papel“. Francisco Graterol Vargas, entre caimaneras despide a sus amigos, para luego abrazar el lápiz y el cuaderno. La Nena Médicci, la primera jinete de la quebrada, su accionar disruptivo de la época le permitió sembrarse como dama de referencia en el liderazgo regional. Marlene Briceño, con una infancia llena de colores alegres, libre, rica en valores, pilar de la cultura ateniense trujillana. Carlos Simón Olmos, siempre con su mirada infinita en Arturo Uslar Pietri, sus Lanzas Coloradas, marcaron su identificación intelectual. Álvaro Quintero, sus primeros años curtieron al líder que en el futuro fue. Ramón Beltrán Espinoza, hombre de discurso, visión y mensaje. Argenis Bethancourt, su pasado siempre presente y es allí donde se estaciona, su fe es la fuente del optimismo. Carmen Hernández, el viejo es sabio por los tropezones que se ha llevado. Rafael José Daboín, la ganancia más sincera y real, es la que se logra a base de la constancia. Gílmer Avendaño, su recuerdo de niñez, siempre marcaron su camino andariego, en pensamiento y realidades ha vagado por los camino de Trujillo. Pedro Linarez, evocando a su río de San Lazaro, señala: “Donde hay agua hay vida. El amor se va yendo, y gradualmente nos vamos perdiendo, tenemos que tener cuidado con los cambios de mentalidad, porque en ese cambio podemos terminar perdiéndonos a nosotros mismos”. Rafael Gutiérrez, Isnotú Tierra de Santos, aquí nos debe acompañar Dios del cielo, para que Venezuela sea como era antes, brillante. José Ramón Ruiz, la realidad hay que reconocerla, las crisis y los logros del pasado, con fe y esperanza para salir adelante. Henry Rangel Silva, el hombre que partió para Caracas con la marusa llena de ilusiones, oriundo de Santiago, asentado en el valle de Estivandá, logró lo que quería. Silene Baptista, la dama de la radiodifusion trujillana, nació en Valera, con el arrebato de la belleza boconesa. Cuando se crece se evoluciona y se cambia de actividades, de deseos, de ilusiones, de esperanzas, ellas marcan el nuevo norte. Raúl Díaz Castañeda, Trujillo lugar de futuro, de prosperidad, de encuentros, de armonía, El hombre que cambió el ramillete de flores con Mejías Palazzi, este lo llevó a Barquisimeto y al Dr. Castañeda, Trujillo se la obsequio; Soledad Alicia Castillo, la dama a que Trujillo le secuestró el corazón, con arte y libertad saldremos adelante. Monseñor Trino Valera, el hombre que salió de San Lázaro para abrazar a Dios. Los recuerdos siempre presentes, un pasado que se hace presente al instante, y se viven momentos muy propios que son nuestra riqueza. Eladio Muchacho Unda, tuvo un faro de luz en su vida, su padre, esa luz se encandecía de valores de la venezolanidad, su preocupación: crear en su familia valores y sentimientos de nación. Sociedad San José. Icono de la ciudad de Valera, ejemplo de la civilidad ciudadana, siempre trabajando para los Josefinos y Josefinas, protegidos por San José. Radio Trujillo, 83 años en el corazón de un pueblo, sultana musical de los Andes venezolanos; empresa montada en el tren del tiempo. Identifica a Trujillo en el corazón de un pueblo».
Todos y cada uno de estos valiosos venezolanos, nos presentaron sus huellas del pasado, con testimonios de acontecimientos personales ya terminados, hicieron presente lo que pertenece al pasado. TODOS COLOCARON SUS HUELLAS, PERO NUNCA PISARON A NADIE.
Como académico y estudioso de las Ciencias Económicas, me honro en presentar esta obra, la condición de amigo de muchos años, generó mayor compromiso, y con honestidad confirmo, que en la misma el autor seleccionó hombres y mujeres probos y probas, cuya huella indeleble siempre permanecerá en el tiempo.
Ricardo J. Berríos Ferraro
Valera, Abril 2024