Alrededor de las 7:00 am, una llamada a las oficinas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la Subdelegación Valera hizo que una comisión del Eje de Homicidios se desplegara a una de las calles del barrio El Milagro, les informaron que había un cuerpo sin vida con severas lesiones en la cabeza.
Los detectives acudieron a la escena de un posible asesinato; realizaron las experticias correspondientes, recabaron información y pistas de interés criminalístico, para posteriormente trasladar el cadáver a la morgue del Hospital “Dr. Pedro Emilio Carrillo” en una unidad del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), institución que se encargará de realizar la necropsia de ley.
El fallecido quedó identificado como José Orlando Aldana Aguilar, de 42 años. A las afueras del centro patológico, se aglomeraron varios familiares de la víctima, entre ellos una hija, quien no entendía por qué su padre había aparecido muerto sobre el pavimento de la vereda 4, cerca de la calle 8 del reconocido caserío valerano.
“Él vivía solo y yo como a cinco casas, muy cerca. Un vecino nos comentó que lo vio a las 2:00 am comprando cigarros, pero que no lo volvió a ver”, comentó la hija. Aldana se ganaba la vida haciéndole mandados a los vecinos del sector, como también botando la basura y demás desperdicios. El occiso vivía en la calle 7 de la zona, dejó una hija ya en etapa adulta y no tenía esposa ni pareja sentimental.
El resto de sus parientes lo catalogaron como un hombre tranquilo, sereno y pacífico; no le hacía daño a nadie, por eso se mostraron sorprendidos por la muerte de José Orlando, ya que nunca estuvo involucrado en peleas ni discusiones callejeras con sujetos peligrosos, como tampoco nunca recibió llamadas extrañas y amenazadoras.
Investigan
Los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) manejan el homicidio como la principal causa de muerte, descartaron de manera contundente de que se tratara de un accidente. En la escena del crimen se vio que la víctima se arrastró por los evidentes rastros de sangre que quedaron sobre el pavimento de la vereda.