Encontrar un suvenir de León XIV, una misión imposible

Tienda de suvenires cerca del Vaticano. EFE/ Gonzalo Sánchez

 

Ciudad del Vaticano, 4 jul (EFE).- Ya han pasado dos meses desde su elección, pero no hay ni rastro de la imagen de León XIV en las tiendas de suvenires que rodean el Vaticano, un caso «inédito» en comparación con sus sucesores, según lamentan los comerciantes, a la espera de lograr cuanto antes el permiso para hacer su agosto.

Las inmediaciones de la Ciudad del Vaticano están repletas de este tipo de tiendas en las que el turista y peregrino suele perderse en busca de un recuerdo de su papa o santo predilecto.

En el menú hay una inabarcable gama de productos de calidad variable: rosarios, estampitas, llaveros, botellitas de agua bendita, calendarios, imanes para la nevera, pulseras, estatuillas o camisetas (de gusto cuestionable para cualquier amante de la moda).

En las estanterías todavía se acumulan artículos con las efigies del papa Francisco, fallecido el pasado abril, pero también de otros pontífices del pasado como Benedicto XVI o el santo Juan Pablo II.

Sin embargo, encontrar al nuevo papa, León XIV, es por el momento una misión imposible, a pesar de que ya han pasado dos meses desde la ‘fumata blanca’ que anunció al mundo su elección, el 8 de mayo.

 

A la espera del permiso

Los comerciantes explican que esto se debe a que la Santa Sede aún no ha dado el permiso para difundir la imagen oficial del nuevo pontífice a los fabricantes de este tipo de recuerdos y, sin esa ‘bendición’, su distribución está terminantemente prohibida.

Para cerciorarse de que esto se respeta, en 2017 la Secretaría de Estado vaticana advirtió que vigilaba el uso de la imagen del papa, por entonces Francisco, para «interrumpir eventuales ilegalidades».

«Es la primera vez que pasa tanto tiempo. Antes el permiso llegaba mucho más rápido», explica a EFE Rita, gestora de ‘Turella’, una conocida tienda de artículos religiosos a dos pasos de la Plaza de San Pedro, abierta por su padre en el lejano año 1950.

No hay nada claro pero, a su parecer, este «retraso» puede deberse a que el Vaticano se encuentra en plena organización del Jubileo, que semana tras semana atrae a miles de peregrinos de todo el mundo, y a que, además, ha tenido que organizar un funeral y un cónclave.

Ludovica, por su parte, está al frente de otra tienda más nueva, ‘Vatican Emporium’, pero también lamenta la falta de permisos y de explicaciones pues, asegura, hay mucha demanda.

«Todos los días recibimos personas que piden rosarios, medallas, póster o cualquier otra cosa del papa, pero tenemos que decirles que no es posible vendérselo», lamenta, mientras coloca cajas a toda prisa pues Roma, por estas fechas, y el Año Santo, está abarrotada.

Tienda de suvenires cerca del Vaticano. EFE/ Gonzalo Sánchez

 

Un retraso insólito

Los comerciantes de las inmediaciones vaticanas, de barrios como el Borgo o de la Vía de la Conciliación, naturalmente están deseando que lleguen estos productos pero aseguran que, por ahora, no saben cuándo podrán hacerlo.

«Antes la autorización llegaba en una semana, todo iba mucho más rápido», rememora Mariangela, desde hace 24 años tras el mostrador de la tienda ‘Borgo Clero’. «Es un misterio vaticano», rezonga otro comerciante en la tienda de al lado.

Entretanto, se conforman con vender los productos de otros papas del pasado: «Los tenemos todos, pero esperamos tener cuanto antes a León», desea la vendedora.

Esto a pesar de que el retrato oficial del nuevo pontífice fue publicado por la Santa Sede el pasado 16 de mayo, ocho días después de su elección: en él aparece con el hábito talar blanco, su cruz relicario sobre el pecho y su firma en latín.

 

Primeras ventas oficiales

El Vaticano sí que ha puesto ya a la venta algunas imágenes de León XIV, que pueden adquirirse en el portal oficial de su grupo mediático. El precio de la imagen en papel fotográfico va desde los 2,5 euros en su formato más pequeño, 10×15 centímetros, hasta los 64 euros si se prefiere todo un cartel de un metro (2,9-75 dólares).

Y si se prefiere directamente un cuadro sobre tela, el retrato de Prevost puede alcanzar los 120 euros (unos 141 dólares), más gastos de envío.

Además, la limosnería apostólica, encargada de las obras de caridad de los pontífices, también ha empezado a vender por internet los pergaminos con la efigie y la bendición de León XIV para regalar en bodas, bautizos, comuniones y toda celebración posible.

Más allá de los dominios vaticanos, una de las pocas veces que se ha visto al pontífice estadounidense en un artículo a la venta ha sido en un libro sobre el Jubileo, expuesto en una tienda de Castel Gandolfo, el pueblito cerca de Roma en el que pasará sus vacaciones de verano.

 

 

 

 

 

 

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