«Mi mamá estuvo recibiendo el medicamento de Remdesivir, lo entregamos en la noche, y cuando regreso al otro día, eran las 12 del mediodía y no le habían aplicado ninguna ampolla, es un desorden total», así narró Jesús Anteliz la zozobra que vive en el Hospital Central tras más de siete días atendiendo desde afuera los requerimientos de su progenitora.
En este centro centinela se encuentra hospitalizada su mamá de 42 años de edad, quien es una trabajadora de la salud que cayó enferma de covid 19 y que aún no ha sido vacunada, pese a laborar como aseadora del Hospital Oncológico. A la madre de Jesús le recetaron 8 ampollas de Remdesivir, las cuales ha podido adquirir gracias al apoyo familiar.
Jesús narró que en el Hospital Central hay algunos insumos que les han puesto, pero otros medicamentos costosos deben salir a comprarlos, como por ejemplo el Remdesivir, con un valor que supera los 120 dólares.
«Para la familia ha sido muy fuerte, no le deseo esto a nadie», expresó el joven.
Manifestó que hay un equipo humano en este centro centinela que da el todo por atender de la mejor manera, pese a la contingencia. «Los cambios de turno son fatales porque salen muchos muertos en las mañanas» narró a los siete días permanecer a un costado de la Emergencia del HC, sitio donde aguardan los parientes de los pacientes.
Además, los allegados de los hospitalizados en las áreas covid deben llevar las tres comidas del día, desayuno, almuerzo y cena. «Vivo en Capacho y me cuesta mucho trasladarme, me apoyan mis familiares, mi esposa y mi hermana», contó el muchacho.
La incertidumbre
«No nos dicen nada de cómo están, solo nos piden comida y medicamentos», expresó Katherine Calderón, quien narró que su papá de 59 años, fue ingresado al área de aislamiento pese a no presentar un estado de gravedad y sin la respectiva PCR.
La incertidumbre de katherine es no saber qué pueda pasar con su padre quien fue recluido con la saturación de oxigeno en 96; manifestó que para ella es agobiante pedir información del paciente y que no les indiquen absolutamente nada.
Para este lunes, en las áreas de asilamiento del Hospital Central de San Cristóbal habían más de 70 pacientes recluidos, distribuidos entre los pisos 1, 2, 3 y 4 de este centro asistencial.