En Venezuela hay 5 millones de personas que padecen hambre, según informe de la FAO

El Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición es una publicación que presenta una actualización del estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe

Un manifestante de la oposición sostiene un cartel que dice "Quiero morir de viejo, no de hambre y sin medicinas" durante una protesta contra la falta de electricidad, medicinas, agua, las malas condiciones de los hospitales y en demanda de salarios más justos, en Caracas el 14 de abril de 2022. Foto: Federico PARRA/AFP

 

En Venezuela hay 5 millones de personas que padecen hambre, según el Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición para América Latina y el Caribe, informe conjunto de la FAO y otras organizaciones, que actualiza el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en la región.

El informe es parte de un trabajo conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida); la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS); el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas.

Los datos recogidos entre 2021 y 2023 dan cuenta de un marcado retroceso con respecto a 2000-2002, cuando las estimaciones señalaban que en Venezuela había 3,5 millones de personas con hambre (14,1% de la población total).

El período más álgido, según los datos aportados en el informe, fue entre 2018 y 2020, cuando se reportaron 7 millones de personas con hambre (23,9% de la población).

Venezuela solo aparece por delante de Haití, Bolivia, Honduras y Nicaragua entre los 28 países de América Latina y el Caribe de los que hay datos.

“En Sudamérica, la prevalencia de la subalimentación en el Estado Plurinacional de Bolivia fue de 23%, mientras que en la República Bolivariana de Venezuela y Ecuador afectó a 17,6% y al 13,9 % de la población, respectivamente. Sin embargo, en Chile, Uruguay y Guyana, la prevalencia se estimó por debajo del 2,5%, seguidos de Argentina (3,2%), Brasil (3,9%) y Colombia (4,2%)”, detalla el informe.

¿Cómo define el informe de la FAO a las personas que padecen hambre?

“El hambre es la sensación física incómoda o de dolor causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria”, se señala en el Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición para América Latina y el Caribe. En el informe el término “hambre” se utiliza “como sinónimo de subalimentación que se define como la condición de un individuo cuyo consumo habitual de alimentos es insuficiente para proporcionar la cantidad de energía alimentaria necesaria para mantener una vida normal, activa y saludable”.

“El indicador se reporta como prevalencia y se denomina ‘prevalencia de subalimentación’, que es una estimación del porcentaje de individuos de la población total que se encuentran en condición de subalimentación”, afirma.

“El indicador de prevalencia de la subalimentación (PoU, por sus siglas en inglés) de la FAO se obtiene a partir de datos oficiales de los países sobre el suministro de alimentos, el consumo de alimentos y las necesidades de energía alimentaria de la población, considerando características demográficas como la edad, el sexo y los niveles de actividad física. Está diseñado para captar un estado de privación crónica de energía, por lo que no refleja efectos temporales de crisis pasajeras ni la ingesta momentáneamente inadecuada de nutrientes esenciales”, agrega.

¿Cuántas personas están afectadas por el hambre en América Latina y el Caribe?

Según el informe, entre 2019 y 2023, la prevalencia de la subalimentación aumentó 1,5% en todos los países afectados por la variabilidad climática y los extremos. La situación es peor en aquellos países que experimentan recesiones económicas. Las poblaciones más vulnerables se ven afectadas de manera desproporcionada, porque tienen menos recursos para adaptarse.

El informe destaca la necesidad urgente de acelerar la acción para desarrollar la resiliencia dentro de los sistemas agroalimentarios, que son críticos para el progreso de la región hacia la eliminación del hambre y la malnutrición en todas sus formas. La sostenibilidad a largo plazo de los sistemas agroalimentarios debe ser garantizada, dice el informe.

Según el informe, el hambre afectó a 41 millones de personas en la región durante 2023. Esto representa una disminución de 2,9 millones de personas respecto a 2022 y de 4,3 millones de personas respecto a 2021. Sin embargo, a pesar de los avances regionales, existen disparidades entre subregiones. La prevalencia del hambre ha ido en aumento durante los últimos dos años en el Caribe, alcanzando 17,2%, mientras que se ha mantenido relativamente sin cambios en Mesoamérica, en 5,8%.

Sobre la inseguridad alimentaria

En cuanto a la inseguridad alimentaria moderada o grave, la región también demostró avances por segundo año consecutivo, cayendo bajo el promedio mundial por primera vez en 10 años. En total, 187,6 millones de personas en la región experimentaron inseguridad alimentaria, 19,7 millones menos que en 2022 y 37,3 millones menos que en 2021.

Esta reducción se explica por la recuperación económica de varios países de América del Sur debido a programas de protección social, esfuerzos económicos postpandemia y políticas específicas destinadas a mejorar el acceso a los alimentos.

El informe refleja también que la inseguridad alimentaria afecta de manera más pronunciada a determinados grupos de población, como las comunidades rurales y las mujeres. La brecha de género en América Latina y el Caribe sigue siendo más elevada que el promedio global.

El Nacional 

 

 

 

 

 

 

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