En Valera también es pasión el béisbol / Por Jesús Matheus Linares

Sentido de Historia

 

 

El béisbol siempre ha estado en el desarrollo deportivo del estado Trujillo, y particularmente en nuestra querida Valera, desde las famosas “caimaneras” dominicales, que por allá en los lejanos años de 1941, se desarrollaban en distintos campos de la hoy urbanizada ciudad.

Estaba el terreno de Las Acacias, donde hoy está la estación de servicio entre las calles 14 y 15, en plena avenida Bolívar o el terreno en Las Delicias, donde jugaron importantes valeranos, que luego sobresalieron en diversos campos profesionales, como el primera base, conocido como “El Nene”, nuestro Premio de Novela Seix Barral, Adriano González León, u Oswaldo Barreto Miliani junto a su hermano Jesús, y Reinaldo Parilli, “Paruca”, eran unos formidables jugadores en la segunda, campo corto y tercera base.

Valera no podía quedar ajena a lo que ocurría en la capital de la República, donde el béisbol desbordaba pasiones. En nuestra urbe, el recordado amigo Régulo Godoy, fue uno de esos promotores de la pelota local.
Las Escuelas “Rosario Abreu” y “Padre Blanco” ya para finales de los años 40, demostraban la rivalidad local con sus excelentes novenas. Era la pasión y el amor por disfrutar de excelentes juegos de fines de semana, donde toda la ciudad se convertía en una sola fanaticada.

De allí, surgió nuestra primera divisa peloteril, “Proletarios de Trujillo” que en 1952 tenía en sus roster a Daniel Sulbarán, por cierto el primer equipo profesional, en su segunda época cuando se inauguró la Liga Occidental de Béisbol Profesional de Venezuela, que firmó a esa estrella de las grandes ligas, el mirandino Oswaldo Guillén, antes de jugar en Los Tiburones de La Guaira y luego convertirse en el ídolo de los Medias Blancas de Chicago. Los valeranos tuvimos la oportunidad de verlo jugar dando sus primeros pinitos en el estadio local “Mario Urdaneta Araujo”, fue “Proletarios de Trujillo”.

Pero en 1952, a sus 18 años, Daniel Sulbarán jugaba con “Proletarios” y era la sensación entre los jugadores, al punto que en 1957, Daniel Sulbarán se convirtió en el primer valerano en ser jugador profesional con los Industriales de Valencia en 1956 y posteriormente con los Leones del Caracas, en 1957, donde compartió con Alfonso “Chico”Carrasquel”, Pompeyo Davalillo, Armando Chacón. Llegó a destacarse en por lo menos 11 partidos con los melenudos de la capital de la República.

También en Valera, tuvimos la oportunidad de tener a otro excelente lanzador por esos años, de 1957, el cabimense Bernardo Portillo, quien en varias ocasiones representó al estado Trujillo en doble A, convirtiéndose en uno de los mejores pitcher de la pelota local.

Portillo llegó a Valera a mediados de 1954 para jugar con el equipo del Ministerio de Obras Públicas, MOP, y el amor lo flechó y la ciudad lo acogió como su hijo adoptivo, donde domingo a domingo llenaba el estadio para verlos lanzar. Jugó con Mariano Quintero, Rafael “Lito” Pérez, Juan Izarra, Enrique Pineda, José Duarte, Jesús Maldonado, Ramón Gallardo, Henry León, Chuchú Pérez, Juan Núñez, Cheo Cárdenas y Rafael La Cruz, entre otros destacados deportistas.

Luego se fue a jugar a los Cardenales de Carora de Don Antonio Herrera, mentor de esa tradicional divisa del Béisbol «AA», quien sorprendido por la calidad peloteril como serpentinero donde ganó por blanqueo al equipo San Bernardino de Caracas, le obsequió dos marroncitos –así llamábamos al billete de cien bolívares, que era todo el dinero del mundo. Allí en Carora, fue representante del estado Lara en tres campeonatos y en el 57 se ganó el Campeonato Nacional en Coro, en 1957. Luego jugó para el «Deportivo Valera» del doctor Antonio Espinoza Lares.

Ahora los valeranos tenemos a José Manuel Pirela, nacido el 21 de noviembre del año 1989 en el hospital «Pedro Emilio Carrillo» de Valera, uno de los primeros jugadores nacidos en suelo trujillano que pisó un equipo de béisbol profesional, luego de Daniel Sulbarán.

Pero hoy día tenemos a Ender Perozo, jugador de las Águilas del Zulia; Oscar Materano; Renzo Martiní, jugador de Italia; Eduardo Paredes, jugador del Caracas; Joangel Segovia; Alexander Suárez; José Pirela, jugador de los Padres de San Diego, equipo de la Major League Baseball, Pirelita debutó en las Grandes Ligas con los «Mulos de Manhattan; y Leonel Campos, lanzador de béisbol profesional, que juega para los Azulejos de Toronto de las Grandes Ligas. Otro es José Gregorio Osuna, un jugador venezolano de béisbol profesional y primera base de los Tokyo Yakult Swallows of Nippon Professional Baseball. En el pasado fue jugador de los Piratas de Pittsburgh y jugador de los Bravos de Margarita. A pesar de todo ese recorrido es conocido como el “gocho” y empezó en Trujillo. Hay otros jugadores de béisbol que se han esforzado por jugar con los grandes y dar todo por su pasión. Medardo Fernández empezó en Trujillo y terminó jugando para los grandes Leones del Caracas desde el año 98 hasta el 2001. Como vemos, Valera también es pasión y amor al béisbol.

 

jmateusli@gmail.com

 

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