El cadáver descuartizado de un hombre no identificado, fue encontrado en horas de la noche del pasado sábado primero de junio, en las inmediaciones del Puente Internacional Francisco de Paula Santander, sector Plaza Vieja, en la fronteriza población de Ureña, hasta donde acudieron las autoridades policiales para dar inicio de las investigación y establecer quién es el fallecido, cuyos restos presentaban evidentes señales de tortura.
Los restos fueron encontrados en sendos costales, y en lugares diferentes, en uno de ellos la cabeza, amordazada y en el otro el cuerpo, que fueron levantados por funcionarios de la Base Contra Homicidios del Cicpc sub delegación Ureña, que asumieron las investigaciones y trasladaron las partes, a la morgue del Hospital Central en San Cristóbal, para la respectiva autopsia y otras diligencias de tipo forense
Voceros policiales explicaron que el hallazgo de la cabeza fue realizado, en horas de la noche del sábado por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, destacados en el referido puente internacional, que extrañados por el comportamiento de sus perros, hicieron un recorrido por el lugar para ver cuál era el motivo que inquietaba tanto a los animales.
Los militares en su recorrido con los canes llegaron hasta la via de entrada a un establecimiento conocido como Duty Free, adyacente a la estación de Servicio Los Héroes, donde observaron en vía pública un costal que provocó nuevos ladridos por parte de los perros. Se acercaron cautelosamente al costal, elaborado en fibras sintéticas de diversos colores y con terror se encontraron que contenía una cabeza humana, correspondiente a una persona de género masculino. La misma estaba envuelta en una bolsa plástica, de color negro, de las utilizadas para la basura. Una vez que se recobraron de la macabra sorpresa, elaborado en material sintético de color negro, por tal motivo dan parte a las autoridades competentes, los efectivos de la GNB se comunicaron con el Cicpc, participar lo ocurrido.
Durante las acciones de búsqueda por la zona trascurrió el tiempo, de manera que cuando los detectives contra homicidios del Cicpc Ureña llegaron al lugar ya era la madrugada del domingo. Los investigadores del Cicpc, durante el acto de levantamiento, comprobaron que efectivamente en el interior del costal se encontraba una cabeza humana, con cortes irregulares, muestra de una burda separación del cuerpo, a la cual se podía apreciar un retazo de tela en la boca, a manera de mordaza, así como lesiones que se consideraron como muestras de tortura.
La localización de este parte cefálica despertó la preocupación de las autoridades policiales, que inmediatamente se abocaron a conocer lo que fue calificado como “brutal crimen”, dejando la inquietud, sobre el paradero del resto del cuerpo, por lo que se inicio un recorrido por la misma zona de frontera con Colombia.
Poco después, se recibió información sobre la localización de otro costal con iguales características al interior, cerca de la sede del Seniat – Ureña, por lo que se trasladaron al lugar y durante una rápida revisión, de determino que allí estaba el resto del cuerpo. La zona fue acordonada para que los detectives del Cicpc pudieran practicar la respectiva experticia técnica y la búsqueda de evidencias. Una vez que fue practicado este levantamiento y se juntaron las partes, una comisión se encargó de llevarlas hasta la morgue del Hospital Central en San Cristóbal para entregarlo a un equipo forense que se encargara de un estudio completo, para determinar edad, raza y otras características físicas de la persona fallecida. Causas y fecha de muerte, así como el posible tipo de armas utilizada. Este equipo deberá obtener rastros dactilares, complementarios a los ya logrados por los investigadores a los efectos de hacer verificación en los archivos respectos.
“Esta ciudadano no tenia documentación de ningún tipo, por lo que permanece como desconocido”, agrego un funcionario policial al explicar que se trabaja con la lista de personas desaparecidas en la zona y que fueron denunciadas ante el Cicpc. “Existe un alto número de personas desaparecidas a ambos lados de la frontera”, agrego luego, al explicar que no se descarta, entre otros posibles móviles, la venganza o el ajuste de cuentas, entre grupos irregulares que operan en la zona.