El sector de peluquería y barbería se ha venido a pique con un 70 % de la disminución de clientes. La crisis económica, aunado al alto riesgo de contagio de la covid, no ha dado tregua a las peluqueras.
“No hay movimiento de dinero, la gente ya no tiene cómo mandarse a arreglar. La presentación como dama es importante, las damas dejaron de arreglarse, y ahora la mayoría se ven con los cabellos mal arreglados”, expresó Carmen Cárdenas, propietaria de un salón de belleza del centro de San Cristóbal.
La peluquera relató que los costos del arreglo de cabellos para las damas se han incrementado porque también el precio de los productos como champú están elevados.
Adicional los salones de belleza se ven seriamente afectados por los cortes eléctricos y fallas en el suministro de agua, lo que es esencial para desempeñar esta labor.
Un servicio básico de corte de cabello cuesta 7000 pesos, mientras que un cepillado y alisado el costo varía dependiendo del largo del cabello va de 8000 a 15000 pesos.
“La gente se queja, viene a cortarse el cabello y le parece caro. Hay que cobrar el servicio en pesos, porque si cobramos en bolívares de verdad no da”, expresó Cárdenas.
La frecuencia con la que los caballeros acuden a la barbería también ha disminuido, por lo que ahora ellos mismos se pasan las máquinas con la 1, para no pagar, contó la barbera Isamar Rojas.
Desde hace dos años Maritza Contreras no va a una peluquería ni se pinta el cabello, por lo que considera que el dinero no alcanza para comer menos para arreglarse el pelo.
Mientras que Andreina Núñez se vio obligada a aprender a teñirse y arreglarse el cabello, pues ella desde hace dos años no acude a un salón de belleza.