Luzfrandy Contreras /DLA.- Una de las estructuras arquitectónicas más antiguas y emblemáticas de la región tachirense está en riesgo de derrumbarse, ante la falta de recursos económicos para su restauración. Las filtraciones, el moho, el olor a humedad y los baldes en el suelo, recogiendo el agua de las goteras, enmarcan la necesidad de este templo católico.
La Iglesia de la Ermita como comúnmente se conoce a la Iglesia San Juan Bautista, forma parte de los templos más grandes del estado, fue inaugurada el 14 de septiembre de 1854, de allí que es la segunda Iglesia más antigua de la ciudad capital del Táchira.
Ha tenido diversas reestructuraciones con la participación de algunos representantes de la iglesia católica, posee vitrales procedentes de Cali – Colombia, lámparas al estilo colonial y un reloj automático, siendo parte de las piezas icónicas que figuran esta estructura, sin mencionar que sus cúpulas representan réplicas de escenarios internacionales de la cultura católica.
Está ubicada en la carrera 4, entre calles 13 y 14, frente a la Plaza Paéz de La Ermita, allí transeúntes pueden observar que el abandono también se apodera de la parte externa de la construcción. Con preocupación vecinos afirman que el déficit económico de la comunidad cristiana se ha sumado al desamparo en que se encuentra la Iglesia de La Ermita.
«La estructura está muy mala, eso hay que mandarlo a pintar y mandarlo a arreglar porque se puede caer de un momento a otro con estas lluvias que están padeciendo, se puede caer esa iglesia, porque son estructuras viejas», enfatizó Blanca Sayago, feligrés y habitante de esta zona.
Ante la necesidad económica del país, otros feligreses apuntan a los gobiernos de turno como responsables de la atención en la comunidad y en este templo católico, a pesar de que estas estructuras deben ser mantenidas y habilitadas por la comunidad cristiana, afirman que ellos <<el gobierno>>, también deberían tener participación.
«Está un poco deteriorada, hay goteras, las paredes están descarajadas, le echan la culpa a uno y otro, pero la verdad es que el gobierno propio no ha venido por estos lados a ayudarnos aquí, a acomodar nuestras obras ni nada», denunció María Acevedo, entre tanto, otro feligrés sólo afirmó que es «descuido de las autoridades».
Mientras pasa el tiempo, más se deteriora el estado de la infraestructura, más goteras se suman, más filtraciones causan daños en las paredes y techos del templo católico que día a día apaga su luz, eso sin contar las complicaciones respiratorias que esto traería a los cristianos que visitan el templo debido a la presencia del moho, «ahora los católicos ya no tenemos ni un sitio bonito y alegre como antes, pasa y uno ve cerrado, tan bonito era entrar un momentico a hacer una oración», terminó diciendo la Señora Alicia Benítez.