En Rafael Rangel crecen las humaredas –dañinas para las vías respiratorias- en los sectores, motivado a la carencia de gas para uso doméstico, debiendo utilizar leña para poder encender las cocinas del hogar.
Se añade a esto que muchas personas tienen su cocinilla eléctrica, que tampoco encienden por los constantes apagones que se suceden en la población.
Esta situación no tiene atención de nadie, ni de Pdvsa Gas, ni de Corpoelec menos del gobierno regional, cuyos funcionarios al parecer no se dan por enterados de la triste realidad que viven los habitantes de esta zona.