- El periodismo independiente en Nicaragua enfrenta una de sus peores crisis bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, marcado por la censura, la criminalización de periodistas y ciudadanos, y el exilio forzado de más de 300 comunicadores desde el año 2018
Por Luinerma Márquez Castellanos
La grave situación que enfrenta el periodismo independiente en Nicaragua fue el foco de la entrevista realizada a Cindy Regidor, periodista nicaragüense de los medios exiliados El Confidencial, Esta Noche y Esta Semana.
La conversación fue conducida por el periodista Andrés Cañizález, director fundador de Medianálisis y de las iniciativas periodísticas Observatorio Venezolano de Fake News y Cotejo.info.
El encuentro, que fue transmitido en vivo el pasado 25 de noviembre en plataformas digitales, puso en evidencia el alcance de la represión del régimen gubernamental Ortega-Murillo y su impacto sobre la libertad de expresión, el derecho a la información y los derechos humanos en Nicaragua.
Un ejercicio criminalizado
Desde el inicio de la crisis sociopolítica en 2018, más de 300 periodistas han tenido que operar desde el exilio para continuar informando sobre la realidad del país, mencionó la periodista nicaragüense.
Además, comentó que “actualmente, no hay periodistas independientes trabajando libremente en Nicaragua; quienes permanecen lo hacen de manera clandestina y los únicos medios que operan dentro del país están bajo control total del régimen o coaccionados para no publicar contenido crítico”.
Como ejemplo expuso el caso específico del periódico nicaragüense el Confidencial, liderado por el galardonado periodista Carlos Fernando Chamorro, medio que -tras la imposición de un estado de excepción y la intensificación de la censura- fue objeto de un allanamiento ilegal en su sala de redacción. Chamorro y su equipo de prensa fueron obligados a exiliarse indefinidamente.
A pesar de ello, comenta Regidor, se ha mantenido una cobertura periodística desde el exterior, adaptándose a retos como la protección de fuentes y la verificación de información en un entorno de represión creciente.
“Todavía tenemos nuestras fuentes y hacemos todo lo posible por darles garantía y protección, pero es cada vez más difícil porque la represión ha escalado y se ha criminalizado el periodismo y a la ciudadanía por el hecho de emitir una opinión redes sociales u ofrecer una entrevista a un medio de comunicación y eso ha generado un clima de terror en donde la fuente se hace menos por temer sufrir las represalias”.
La censura institucionalizada
En cuanto a la reciente reforma constitucional aprobada en primer debate, la periodista mencionó que este instrumento elimina garantías fundamentales como la prohibición de la censura previa, consolidando un marco legal represivo. Explicó que esto ocurre en un contexto donde el acceso a la información independiente se limita casi exclusivamente a internet y redes sociales.
Sin embargo, Regidor menciona que a pesar de leyes como la de Ciberdelitos, que criminalizan la disidencia, la ciudadanía continúa buscando medios independientes para informarse.
En este sentido, aseguró que “la gente está ávida de información, para saber qué es lo que está pasando, y donde vemos un mayor flujo de audiencia es lo relacionado con las dinámicas internas del régimen y sus pugnas de poder” agregó que los ciudadanos están muy pendientes e interesados en informarse, aunque lo hacen de manera más discreta que antes y esto se debe precisamente al temor que hay a lo interno del país.
Otras de las imposiciones estatales y que violentan el debido derecho a la información, es la limitante que existe para periodistas nicaragüenses y corresponsales extranjeros, quienes no pueden entrar al país para reportar sobre lo que está pasando.
Un modelo comunicacional autoritario y dinástico
Ante la interrogante planteada por Cañizález a Regidor, referente a sí ¿la propuesta que está en el centro de la reforma o nueva constitución nicaragüense es establecer una suerte de régimen autoritario dinástico en el país? Regidor explicó que se trata de un modelo inédito en la historia de la política moderna, donde se establece una “copresidencia” entre Daniel Ortega y Rosario Murillo, y que estos podrán elegir a sus vicepresidentes.
Sobre este tema expertos y abogados constitucionalistas han señalado que es una reforma total de más de 100 artículos que requeriría de una asamblea constituyente, acción que no va a ocurrir porque se espera sea aprobada en el segundo debate de enero de 2025.
A su juicio consideró que se trata de una barbarie esta nueva medida “estamos hablando de otra Nicaragua bajo esta constitución, con esta copresidencia, se amplía el periodo presidencial de 5 a 6 años, no hay independencia de los órganos del estado, se impone la bandera del frente sandinista como un símbolo patrio, se elimina algunos derechos humanos muy básicos, se permite la apátrida”
Mencionó además que la mayoría de los canales de televisión y radios han sido adquiridos por la familia Ortega-Murillo, muchos financiados con recursos provenientes del estado venezolano. Estos medios se dedican a propaganda oficial, entretenimiento y contenido superficial, dejando fuera cualquier información crítica.
La resiliencia del periodismo independiente
A pesar de estas adversidades, los medios independientes nicaragüenses mantienen su credibilidad, colaborando entre sí y adaptándose a las restricciones para garantizar el acceso a información verificada.
Señaló que “se hace muy retador comprobar una información estando lejos, pero mantenemos nuestras fuentes dentro de Nicaragua, desde los medios y la sociedad civil”, destacó que, desde las redes sociales, siempre están pendientes de temas que puedan cotejar y corroborar.
Cindy Regidor concluyó destacando la importancia de la resistencia informativa como una forma de mantener viva la lucha por los derechos humanos y la democracia en Nicaragua, pese al riesgo constante para periodistas y ciudadanos.
Para disfrutar de la conversación completa, ingresa al siguiente enlace:
https://x.com/ObservatorioFN/status/1861168309481488776