En la ULA falta uno: La silenciosa ausencia de un profesor, bajo la protección de la CIDH

 

Las aulas de la Universidad de Los Andes en Trujillo, en la calma habitual de la investigación y la enseñanza, esconden un vacío silencioso. Un espacio vacío, una ausencia palpable, un espacio que grita por la justicia. En la ULA falta uno. Falta Gustavo Torres, un profesor que hoy se encuentra injustamente privado de libertad, víctima de una crisis que persigue a la universidad venezolana: la crisis de la libertad; afirma contundente el Profesor Johny Humbría, Presidente de la APULA Trujillo.

En un giro preocupante para la libertad académica en Venezuela, el gremio de profesores de la Universidad de Los Andes en Trujillo ha emitido una denuncia alarmante. La situación crítica que enfrenta la academia no solo se ve reflejada en los salarios insuficientes que luchan contra una inflación rampante, sino también en la asfixiante falta de libertades fundamentales. Según declaraciones de Humbría, la universidad no solo sufre por la escasez de recursos, sino que también está siendo desangrada por la ausencia de libertad. La detención de cinco miembros de la comunidad universitaria, entre ellos el profesor Gustavo Torres, tres estudiantes y un egresado, tras las protestas poselectorales. «Un juicio sin rostro, una condena sin voz.».

La ausencia del profesor Gustavo Torres en la ULA NURR no es solo una ausencia física, es la ausencia de su voz, de su conocimiento, de su pasión por la enseñanza. Es la ausencia de un profesor que, a diferencia de tantos otros, no ha sido acallado por el miedo, un hombre que siempre ha salido a protestar pacíficamente en defensa de la libertad, la justicia y la democracia.

Su detención no es solo un acto de injusticia, es un golpe a la universidad venezolana, a la educación, a la libertad de expresión. Su familia, privada de su presencia, se ve sometida a la tortura de la incertidumbre y la impotencia, recorriendo kilómetros en busca de un mínimo contacto con su ser querido, enfrentando barreras burocráticas y la angustia de un viaje que a menudo se convierte en una esperanza frustrada.

 

 

La situación del profesor Torres y de otros presos políticos venzolanos, ha llegado a oídos de la comunidad internacional, y el pasado 28 de octubre de 2024, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió la Resolución 78/2024, otorgando medidas cautelares en su beneficio. La CIDH, preocupada por el riesgo irreparable a la vida, integridad personal y salud del profesor Torres, ha solicitado al Estado venezolano que informe sobre su paradero y las circunstancias de su detención, o bien, de las medidas tomadas para determinar su destino; y precise si el profesor Torres fue presentado a un tribunal competente para revisar su detención o si se le han imputado delitos; aclare las razones por las que no ha sido puesto en libertad e implemente medidas para que las condiciones de detención del profesor Torres sean compatibles con los estándares internacionales aplicables en la materia.

Desde el gremio de profesores de la Universidad de Los Andes en Trujillo, reafirman que esa universidad es una cuna de la libertad y el pensamiento crítico que hoy se encuentra en luto. El silencio de sus aulas se llena con el eco de una injusticia que nos interpela a todos. Desde este profesoral exigen la liberación del profesor Gustavo Torres y de todos los universitarios injustamente detenidos. La universidad no puede seguir viviendo bajo el manto de la opresión. «En la ULA falta uno» es la consigna de esa casa de estudios superiores, señala el profesor Humbría, Presidente de la APULA Trujillo, recordando que su ausencia nos recuerda la lucha que debemos seguir librando. Finaliza diciendo la lucha por la libertad, la justicia y la universidad que soñamos, debe ser la lucha de todos los ulandinos.

El otorgamiento de medidas cautelares por parte de la CIDH no solo es un acto de reconocimiento de la vulnerabilidad del profesor Torres, sino también un llamado de atención al Estado venezolano para que garantice sus derechos y ponga fin a la crisis que asfixia la libertad académica en el país.

 

 

 

 

 

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